La columna vertebral está formada por 24 huesos llamados vértebras (en la edad adulta, ya que nacemos con 33 pero van descendiendo durante nuestro desarrollo). Entre éstas, hay discos blandos cuyo centro contiene una sustancia gelatinosa, llamada núcleo pulposo, que amortigua las vértebras y permiten la movilidad. A medida que envejecemos, estos discos van perdiendo capacidad de amortiguación y esto puede causar dolor si se hace presión sobre la espalda.

El doctor Juan Antonio Lozano Requena de la Unidad de Columna de Quironsalud Torrevieja explica los tipos de hernias discales, su tipología y cuál es el proceso en caso de intervención.

¿Por qué se producen las hernias discales y cómo se manifiestan?

“La deshidratación discal condiciona la formación de pequeñas roturas”, señala el doctor Lozano. Una hernia discal sucede cuando uno de estos discos se rompe. Entonces, la sustancia gelatinosa se escapa e irrita los nervios de alrededor, causando ciática o dolor agudo de espalda.

Las hernias discales de mayor tamaño (extrusas) y de localización lateral o foraminal son las más incapacitantes ya que provocan ciática. Freepik

La mayoría de las hernias discales ocurren en la zona lumbar, aunque también pueden presentarse en la región cervical. Si la hernia está situada en la región lumbar provocará dolor en la zona con irradiación a los glúteos y muslos.

Si comprime la raíz nerviosa el dolor es conocido como ciática, y se podría irradiar hacia la pantorrilla y el pie. “Dicha afectación se asocia también a entumecimiento y hormigueo, y en casos más severos debilidad de los músculos inervados por la raíz nerviosa afectada”, comenta el doctor.

Tipos de hernias discales

Se pueden clasificar en función de su tamaño y localización, según el especialista:

  • Las hernias discales más pequeñas son conocidas como protrusión discal, y las de mayor tamaño como hernias extrusas.
  • Según su localización, una hernia discal central generalmente no ocasionará síntomas radiculares, que son más frecuentes en las hernias de localización lateral o foraminal.

La cirugía está indicada ante la ausencia de mejoría con el tratamiento conservador o intervencionista. Freepik

En general las hernias discales de mayor tamaño (extrusas) y de localización lateral o foraminal son las más incapacitantes ya que provocan ciática, al producir una compresión de la raíz nerviosa.

“En raras ocasiones- afirma el doctor- la hernia discal puede comprimir todos los nervios en la región lumbar que simulan una “cola de caballo” que se denomina “cauda equina”. En estos casos los síntomas son entumecimiento o debilidad en piernas, disfunción de la vejiga o de los intestinos y anestesia en la parte interna de los muslos y la parte posterior de las piernas y en la región alrededor del recto”.

Tratamiento de la hernia de disco

El elemento principal es el diagnóstico precoz y exacto de dicha patología. El conocimiento de su localización, tamaño y la relación con las estructuras neurales define el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de dicha lesión.

Es importante destacar que la mayoría de las hernias discales tienen un excelente pronóstico con tratamiento conservador (medicamentos como relajantes musculares, fisioterapia, cambios en el estilo de vida...) pero para ello es necesario en primer lugar, su diagnóstico mediante estudios de RNM y radiográficos.

En aquellos casos en los que persiste el dolor, a pesar del tratamiento conservador, se han de valorar otras opciones terapéuticas. “En general, antes de considerar un tratamiento quirúrgico, existen otros procedimientos intervencionistas (bloqueos radiculares selectivos, discoplastia, rizólisis) que se realizan con anestesias locales y que pueden eliminar o aliviar la sintomatología sin necesidad de recurrir a un tratamiento quirúrgico”, señala el doctor.

Tras la operación, se aconseja reposo relativo durante unos 15 días, evitando posturas que supongan una carga adicional en la espalda Freepik

¿Cómo es la cirugía para corregir las hernias discales?

La cirugía está indicada ante la ausencia de mejoría con el tratamiento conservador o intervencionista. “En los casos de predominio sintomático radicular, el procedimiento quirúrgico más habitual es la microdiscectomia abierta o endoscopia. Es un tratamiento mínimamente invasivo que consiste en resecar la hernia discal y liberar la compresión radicular”.

Si la indicación quirúrgica es correcta y la técnica se realiza cuidadosamente, se consiguen unas tasas de éxito del 85-90%. En general, el paciente percibe rápidamente una mejoría del dolor ciático, al liberar el nervio comprimido.

¿Cómo es el proceso de recuperación de esta intervención?

“El objetivo de toda cirugía es la normalización funcional del paciente. Dicho objetivo es más rápido en las cirugías no instrumentadas (técnicas mini-invasivas o percutáneas), y mas lento en las cirugías instrumentadas con fijación lumbar o que afectan a varios segmentos vertebrales”, comenta el doctor.

Se aconseja reposo relativo durante unos 15 días, evitando aquellas posturas que supongan una carga adicional en la espalda. En las semanas progresivas se debe incrementar de forma progresiva la actividad física. Lo más importante es que el paciente podrá hacer vida normal tras la intervención.

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