Seguridad en el agua: Consejos para evitar ahogamientos de niños y adolescentes

Durante el verano los niños y adolescentes dedican mucho tiempo al baño para amortiguar las altas temperaturas. Esto implica que aumentan el riesgos de ahogamiento y de otras lesiones que pueden derivar en discapacidad permanente e incluso el fallecimiento.

En Europa, el ahogamiento es la segunda causa de mortalidad accidental en menores de 19 años, después de los accidentes de tráfico. La tasa de fallecimientos es mayor en niños pequeños y en varones adolescentes.

En menores de 5 años, las piscinas particulares y de comunidades privadas son los lugares donde se producen ahogamientos con más frecuencia, mientras que en niños mayores ocurren en lagos, mar, ríos y canales, donde tienen lugar actividades lúdicas.

Hay que tener muy presente que, en niños pequeños, el ahogamiento puede ocurrir con tan sólo 2 centímetros de agua (incluidos los asientos de baños para bebés y lactantes), y en el caso de los adolescentes, se puede asociar hasta en un 25% al consumo de alcohol y drogas.

Medidas preventivas

En este artículo repasaremos qué medidas preventivas han mostrado eficacia y aquellas recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud y por la Asociación Española de Pediatría, con pequeños consejos prácticos para el día a día:

-En lugares con agua cercana, los niños siempre deben estar bajo la vigilancia de un adulto. En caso de que el niño no sepa nadar, se recomienda tener al menor a una distancia inferior a la longitud del brazo del adulto. Si el niño sabe nadar, la supervisión continua es imprescindible, incluso en el caso de que esté presente un socorrista.

-En cuanto a las piscinas, el vallado reglamentado ha demostrado disminuir hasta un 95% las muertes por ahogamiento. El cercado debe ser completo, con altura suficiente (1,5 m) para no poder ser trepado ni saltado, con borde inferior con menos de 10 cm al suelo y con puerta con cierre automático y al menos a 1,35 m del suelo.

Otras medidas de seguridad como lonas firmes y completas, alarmas de infrarrojos y de movimiento de interior pueden ayudar, pero no suficientes como medida única.

Otra medida importante en la piscina es la indicación de la profundidad. Se debe enseñar a niños y adolescentes que los saltos de cabeza son muy peligrosos, más aún si no se conoce la profundidad del agua. Este tipo de saltos solo se podrían permitir si la profundidad es mayor a 1,80 metros.

-Las clases de natación y el aprendizaje de supervivencia en el agua es muy recomendable sobre todo a partir de los 4 años. Aunque este aprendizaje se puede iniciar entre los 1 y 4 años, debemos tener en cuenta la frecuencia de exposición al agua, la madurez emocional, limitaciones de salud, infecciones…

Aunque los niños tomen clases de natación, no significa que estén preparados para estar sólos en un medio acuático, por lo que siempre deben estar bajo la supervisión de un adulto.

-Cuando los niños y adolescentes realicen cualquier actividad, deporte acuático o se monten en embarcaciones de recreo, siempre deben llevar un dispositivo personal de flotación tipo chaleco salvavidas (en niños pequeños nunca deben sustituirse por flotadores o manguitos).

-El entrenamiento en maniobras de RCP básica para padres, adolescentes y niños mayores es una medida efectiva y adecuada.

Disfrutar el placer y la diversión del baño con toda la seguridad es garantía de un muy… ¡Feliz verano!

Unidad Pediatría HLA Vistahermosa

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