Lévy Bruhl, que ha intervenido en el tercer congreso europeo sobre cáncer de cérvix que se celebra en Bruselas coincidiendo con la semana de la prevención de dicha enfermedad, subrayó que "con una cobertura adecuada" para todas las mujeres, éstas no desarrollarían la enfermedad.

Así, explicó que la vacuna es eficaz ante los virus del papiloma 16 y 18, mientras que las pruebas médicas -tradicionalmente la citología- permitirían la detección precoz de otras cepas de virus también responsables del cáncer de cérvix.

Un total de quince países de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, han puesto en marcha campañas de vacunación desde que la Comisión Europea autorizó en 2006 la comercialización de la primera vacuna.

Sin embargo, el experto francés destacó que sus efectos serán "visibles" dentro de "décadas", ya que la edad media de desarrollo de la enfermedad se sitúa en torno a los 40 años, mientras que las campañas de inmunización se realizan en las adolescentes.

En el caso de España, todas las comunidades autónomas ofertan a las niñas con edades comprendidas entre los 11 y los 14 años la vacunación gratuita.

De este modo, la profesora y miembro de la Asociación Europea del Cáncer de Cérvix (ECCA) Hélène Sancho Garnier resaltó la importancia de la vacunación temprana, "antes del inicio de la vida sexual", ya que aproximadamente el 70 por ciento de las mujeres contraen el virus cuando comienzan a mantener relaciones, aunque no desarrollan la enfermedad.

Sancho Garnier considera que las pruebas diagnósticas y las revisiones ginecológicas deben ser el "pilar fundamental" de la lucha contra este cáncer.

La enfermedad, que surge tras un largo proceso que comienza con la infección del virus del papiloma humano y se contrae durante el acto sexual, es el segundo cáncer más común en las mujeres de la Unión Europea entre los 15 y 44 años, señaló la comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, quien también ha participado en este encuentro.