Tendemos a contar nuestra vida en las redes sociales a través de fotografías. Esto supone un riesgo en el sentido de que cualquiera tiene acceso a ellas y hacer un uso de las mismas sin nuestro expreso consentimiento. Además, diariamente estamos expuestos a las cámaras de los móviles, que pueden retratarnos sin darnos cuenta y meternos en un lío, especialmente si se trata de una imagen de desnudo o comprometida.

Lo primero que hay que tener claro es que nadie puede tomar una foto nuestra, aunque estemos en un lugar público, y difundirla. La ley en este sentido es clara. El artículo 7.5 de la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen dice lo siguiente: "Tendrán la consideración de intromisiones ilegítimas: La captación, reproducción o publicación por fotografía, filme, o cualquier otro procedimiento, de la imagen de una persona en lugares o momentos de su vida privada o fuera de ellos". A esto hay que añadir una excepción, los famosos.

Las fotografías siempre pertenecen al autor. Por lo tanto, nadie puede difundir una imagen o un vídeo sin el permiso del mismo. Así que, en caso de encontrar una foto nuestra en la Red colgada sin nuestra autorización, las acciones que podemos adoptar para hacer desaparecer esta imagen son las siguientes.

Intenta localizar al propietario del dominio

Páginas como Whois.net permiten encontrar a los propietarios de nombres de dominios registrados en la red. Cuando lo localices pídele que retire la imagen. En plataformas como Facebook o YouTube, el titular del dominio tiene en su aviso legal cómo reclamar y te señala los pasos a seguir para denunciar el uso de la foto.

Facebook y otras redes sociales permiten denunciar el contenido. Foto: Getty Images.

Denúncialo a la policía

Si no consigues que retire la imagen, la medida más eficaz es denunciarlo a la policía, al Grupo de delitos telemáticos o a la Brigada de Investigación Tecnológica.

Respecto al castigo que le puede caer, "si entendemos que la fotografía en si supone una lesión a la dignidad de la persona, atentando contra su propia estimación, y es publicada en Internet, entonces podríamos incluso hablar de una 'injuria' con el agravante de publicidad, pero en resumen, las acciones judiciales que existen hoy, conllevarían penas de hacer (más bien cesar en la publicación) y multas económicas", explica Ofelia Tejerina, responsable del servicio del Defensor del Internauta.

Si se trata de una fotografía de desnudo y en situación comprometida, estaríamos ante un delito de revelación de secretos, que conlleva penas de prisión de entre 2 y 5 años.

¿Y si me tapan la cara?

En este caso, aunque sepamos que somos nosotros, es más complicado denunciar, excepto si tenemos una marca o un tatuaje que resulte inconfundible que nos hace reconocibles en nuestro entorno más cercado, aunque no se nos vea el rostro.

Si no logras que el responsable retire la foto, pon una denuncia. Foto: Getty Images

¿Puedo pedir una indemnización?

Sí, al respecto Tejerina comenta lo siguiente: "La valoración económica se hará en función de lo que estime el afectado en principio, y de lo que acepte el juez. La Ley dice que la indemnización se extenderá al daño moral, que se valorará atendiendo a las circunstancias del caso y a la gravedad de la lesión efectivamente producida, para lo que se tendrá en cuenta en su caso, la difusión o audiencia del medio a través del que se haya producido. También se valorará el beneficio que haya obtenido el causante de la lesión como consecuencia de la misma".