Los consumidores españoles aguantan con el mismo 'smartphone' 30 meses de media antes de cambiarlo por uno nuevo, e incluso se muestran dispuestos a comprar un dispositivo que presente una vida útil más duradera aunque tenga un precio más alto.

El precio y las características técnicas siguen siendo el principal motivo de compra de los consumidores españoles a la hora de adquirir un 'smartphone', como indican desde Back Market, la plataforma especializada en el aparatos eléctricos y electrónicos reacondicionados.

A pesar de ello, los temas relacionados con la sostenibilidad de estos aparatos electrónicos va ganando cada vez más peso, no sólo en la decisión de compra del usuario sino también en la cantidad que decide gastar

Según datos del último estudio publicado por Deloitte sobre las tendencias de consumo de 'smartphones' en España, el 60% de los consumidores considera el consumo sostenible de los teléfonos móviles. Además, la mayoría de usuarios aguanta cada vez más tiempo con el mismo teléfono antes de cambiarlo por uno nuevo, al no observar grandes cambios en comparación con los nuevos aparatos que salen al mercado.

El consumidor es cada vez más consciente de la importancia de hacer una compra responsable. Desde Back Market señalan que los usuarios de teléfonos móviles están dispuestos, incluso, a pagar más por los terminales que se fabrican para tener una vida útil lo más duradera posible, por ser respetuosos con el medioambiente.

"Incluso cuando deja de funcionar prefieren reparar el suyo o adquirir un móvil que ha sido reacondicionado, antes que comprar uno nuevo", indica el CEO de Back Market, Thibaud de Larauze, en un comunicado. Este cambio en el consumo se aprecia también en el tiempo que los españoles mantienen sus 'smartphones'. "Hasta hace no mucho, cambiábamos de móvil cada año y medio y hoy en día aguantamos con el mismo teléfono una media de 30 meses", declara de Larauze.

Desde la plataforma de productos reacondicionados entiende que los datos son "positivos", pero matizan que los consumidores tienen "dificultades" para identificar los productos que son sostenibles con el medioambiente. Según un estudio del Eurobarómetro del año 2013, un 90% de los ciudadanos cree que los productos deben etiquetarse claramente para indicar su vida útil.

El Parlamento Europeo creó hace unos meses una comisión de estudio para impulsar una serie de medidas para luchar contra la obsolescencia programada, como dotar de incentivos fiscales los productos que apuesten por la durabilidad y que sean fácilmente reparables, permitir al consumidor que pueda reparar sus dispositivos con cualquier proveedor y no sólo con los elegidos por las propias empresas, además de crear una etiqueta europea voluntaria para las empresas que incluya, entre otras cosas, la durabilidad del producto y el diseño ecológico.

Con estas medidas, la Unión Europea no sólo pretende luchar contra las malas prácticas de los fabricantes de teléfonos móviles, sino también fomentar las acciones basadas en la economía circular. "Hay que tener en cuenta que el ciclo de vida de un 'smartphone' podría alcanzar los siete años, por lo que los fabricantes tienen aún mucho que mejorar en este aspecto", concluye de Larauze.