Jeannette Walls trabaja como cronista en Nueva York y tiene todo lo necesario para triunfar en la vida. Nadie podría imaginar que su infancia estuvo marcada por los excéntricos sueños de su padre y por la personalidad de su madre artista. Recorriendo el país de punta a punta, perseguidos por los acreedores y rechazando escolarizar a sus hijos, los Walls llevaron una vida fuera de lo habitual.