Tras regresar de Venecia, lugar donde celebró la que ya es su tercera despedida de soltero, Íñigo Onieva no ha querido aclarar si ha comenzado un nuevo proyecto profesional. A finales de mayo, y cuando quedaban solo dos meses para su boda con Tamara Falcó, el joven se quedaba sin trabajo.
Después de dos años como relaciones públicas de un par de restaurantes y tras no llegar a un acuerdo económico para aumentar su proyección en la empresa con nuevas funciones, ambas partes habrían roto su contrato, dejando al ingeniero en el paro a las puertas de dar el 'sí quiero' a la marquesa de Griñón.