Lola ha logrado unir a todo un pueblo. Los vecinos de Vila de Cruces se turnan para acompañar a la vaca desde el pasado viernes. Se escapó del establo junto a otras dos terneras y las tres terminaron perdidas en el río. Les llevaron paja y trataron de hacerlas entrar en calor. Entre varios consiguieron sacar a sus dos compañeras… pero Lola se quedó ahí, atrapada, con fiebre y preñada de 7 meses. Su estado de salud era demasiado débil como para subir la pendiente y el terreno era pedregoso. Sin embargo, gracias a la labor de las excavadoras, ayer lo imposible se hacia realidad. Lola salía por su propia pata, tras varios días a la intemperie.