La fiesta del Chivo, una de las obras más destacadas del Nobel Mario Vargas Llosa, narra los últimos días del dictador Trujillo en la República Dominicana. Para ello, el autor se vale del personaje de Urania Cabral, una exitosa abogada que abandonó el país de forma misteriosa siendo una niña. Tres décadas después, regresa para visitar a su padre moribundo, el senador Agustín «Cerebrito» Cabral, un antiguo alto cargo del Régimen que cayó en desgracia. Durante ese viaje, se desvelará el secreto que la protagonista ha guardado celosamente desde su huida. La historia también se centra en los asesinos de Trujillo y su persecución.

La obra literaria ha subido a las tablas del teatro de la mano de Carlos Saura, con una versión de Natalio Grueso, con Juan Echanove como protagonista, en el papel de Trujillo. La fiesta del Chivo es una lección de vida, que nos recuerda que el valor y la dignidad son los únicos antídotos contra la maldad y la barbarie.

El texto escrito para esta adaptación apuesta por la sencillez de la trama, mantiene la tensión hasta el desenlace final e introduce algunos elementos de humor propios del esperpento valleinclanesco que aligeran la dureza de la historia que se narra.

La fiesta del Chivo es una historia fascinante, basada en hechos reales, que se ha llevado al teatro con la producción del equipo de uno de los grandes éxitos recientes de la cartelera teatral, la adaptación de la novela El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.