A falta de que llegue una cura definitiva, los mayores avances en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer pasan actualmente por la detección precoz y por intentar retrasar la evolución de la dolencia cuando ésta ha dado sólo síntomas leves. En este sentido, la Unidad de Neurología de la Conducta y Demencias del Hospital de San Vicente ha sido aceptada para participar en dos ensayos clínicos internacionales para probar nuevos fármacos que frenen la enfermedad.

Según explica María José Sáenz, coordinadora de la unidad, el primero de estos ensayos está en fase II y «va dirigido a pacientes con deterioro cognitivo leve o con la enfermedad de alzhéimer en fase muy leve y que estén confirmados mediante PET de amiloide y/o resonancia volumétrica». En el ensayo participan hospitales de EE UU, Canada, Europa, así como 8 centros de toda España. La medicación «se administrará por vía intravenosa cada 15 días y se hará un seguimiento de los enfermos durante tres años». De funcionar esta medicación, explica Sáenz, «supondría un gran avance, porque hasta el momento sólo hay aprobados fármacos para las fases de demencia, es decir, cuando el paciente empieza a precisar ayuda para algunas actividades de su vida cotidiana». El reclutamiento para este ensayo clínico empezará en febrero «y se estima que podrán participar unos 15 pacientes».

El segundo ensayo en el que toma parte el Hospital de San Vicente va encaminado al desarrollo de un medicamento para enfermos con demencia por alzhéimer en fase leve o moderada y que ya están en tratamiento para la enfermedad. El objetivo «es combinar este nuevo medicamento con otro de los fármacos que actualmente se administran a los enfermos e intentar que el deterioro sea lo más lento posible y que el paciente mantenga el máximo tiempo su calidad de vida». En este segundo estudio participarán unos 20 pacientes, que tomarán el fármaco por vía oral, «y a los que se seguirá durante 24 semanas». El ensayo se encuentra muy desarrollado, ya que ha alcanzado fase III, «previa a la comercialización del medicamento».

La Unidad de Neurología de la Conducta y Demencias del Hospital de San Vicente es una unidad supradepartamental, «que ofrece asistencia al paciente y cuidador en coordinación con los distintos niveles asistenciales». Los pacientes que llegan «son remitidos mediante unos criterios de derivación por los servicios de Neurología de todos los departamentos de salud de la provincia, psiquiatras, médicos de atención primaria y médicos de residencias de la tercera edad de los departamentos 17 y 19».

El objetivo de la unidad, señala su responsable, «es ofrecer una atención integral, abordando en cada fase desde la precoz a la final tanto los aspectos médicos como los socio-familiares». Para ello trabaja un equipo multidisciplinar integrado por tres neurólogas, neuropsicóloga, enfermera especializada, terapeuta ocupacional , trabajadora social y auxiliar clínico. También se ofrece al paciente «todas las técnicas diagnósticas disponibles hoy en día».

En cuanto a la demanda asistencial, su crecimiento ha sido progresivo en los últimos años. «En 2012 recibimos 4.960 consultas, de ellas 628 fueron primeras visitas». Por otro lado, y gracias a los diagnósticos cada vez más precoces, actualmente los pacientes acuden a la unidad en fases más tempranas de la enfermedad, «lo que es crucial para iniciar el tratamiento lo más pronto posible de cara a retrasar su incapacidad y proporcionar una mejor calidad de vida al enfermo y su familia».

De los pacientes atendidos en el último año, un 20,45 % presentaban deterioro cognitivo leve, «situación en la que hay una leve alteración de la memoria y/o otras funciones cognitivas que no llegan a impedir hacer una vida normal al paciente, pero que constituye un grupo con mayor riesgo de progresar a demencia». Su detección, seguimiento y la recomendación de una serie de medidas preventivas para retrasar la aparición de los síntomas de demencia son, para la doctora Sáenz, «fundamentales».

En cuanto al tipo de demencia, aunque la enfermedad de alzhéimer es la más frecuente en la unidad, con un 45,7% de casos, «el resto lo constituyen otros tipos de demencia, principalmente degenerativas, como la demencia con cuerpos de Lewy, demencia frontotemporal, vascular€ cuyo manejo y pronóstico difiere en mayor o menor medida del alzhéimer y debe ser el más específico para cada caso».