Ni renuncia al acta ni retirada de competencias al concejal tránsfuga David Alavés. El primer edil de El Campello, Benjamí Soler (Compromís), salió en defensa del tercer teniente de alcalde en el último pleno, en el que se dio cuenta de su paso al grupo de no adscritos, manifestando su discrepancia con el secretario municipal,cuyo informe dictamina su consideración como concejal no adscrito.

Además, el primer edil reconoció que tras la crisis abierta en Demòcrates-Los Verdes-Ecopacifistas (lista que encabezó Alavés), que arrancó hace casi un año, ha habido contactos para un «intento de moción de censura» de PP y Ciudadanos por si finalmente Alavés dejaba su acta. Esta revelación se produjo a preguntas de Ciudadanos sobre unas declaraciones de Alavés en el mismo sentido, exigiendo sin éxito una aclaración y rectificación al respecto. PP y Cs negaron cualquier contacto de este tipo.

Hay que recordar que si renunciara Alavés, entraría la número dos de la lista, Sol Sánchez, que fue cesada como asesora de Alavés por el alcalde por unas adjudicaciones de contratos a su entorno denunciadas, precisamente, por el PP. Y pese a que en un primer momento Alavés defendió a Sánchez e incluso amenazó con dimitir si era cesada, entrando así ella como concejal, finalmente dejó de cayera la pasada primavera.

La definición de tránsfuga también monopolizó una parte del pleno, ya que el alcalde recordó que el informe del secretario no dice en ningún momento que sea «tránsfuga», y que «no es un término jurídico ni legal, sino político sujeto a interpretación», y que a su juicio Alavés no lo es porque sigue perteneciendo a El Campello Demòcrates, que se presentó a las elecciones junto con Los Verdes-Ecopacifistas, bajo el amparo legal como partido de esta última formación, que ha sido la que ha expulsado a Alavés y ha provocado su paso al grupo de no adscritos.

«Tema administrativo»

Soler recordó que Alavés nunca ha formado parte de Los Verdes-Ecopacifistas, que es quien lo expulsa, y que es militante y fundador de El Campello Demòcrates, partido que existe y que se presentó junto a Los Verdes-Ecopacifistas sólo por un «tema administrativo».

Soler insistió en que «un tema administrativo no podemos llevarlo a la política. Y por eso no podemos compartir la visión que hace del caso el secretario. No entendemos el por qué ha tomado la decisión de llevarlo al grupo de no adscritos. De hecho en la Junta Electoral tampoco lo tenían claro y nos devolvieron la pelota. Imaginará lo rocambolesco que es el caso».

La oposición recordó que la Real Academia de la Lengua Española no da lugar a ninguna duda sobre que Alavés es un tránsfuga, ya que la definición, en una de sus acepciones, es «persona que con un cargo público no abandona este al separarse del partido que lo presentó como candidato». El informe del secretario señala que Alavés debe pasar al grupo de no adscrito «al haber sido expulsado de la formación política que presentó la candidatura por la que concurrió a las elecciones.

Por ello, EU, Cs y PP insistieron en que es un tránsfuga y exigieron su renuncia al acta, y lamentó que no sea el propio Alavés el que tome la palabra y se defienda en los plenos, donde apenas habla. Es más, incluso el portavoz del PP Juanjo Berenguer preguntó en el pleno si Alavés iba a renunciar al acta, contestando el alcalde que no, y reiterando Berenguer que la pregunta era para que la contestara Alavés, que con un escueto «no» fue su única intervención en el pleno municipal del pasado jueves por la tarde, pese a las múltiples alusiones que hubo hacia su persona en este asunto.

Hay que recordar que fue Alavés el que decantó la balanza tras las elecciones hacia un gobierno de izquierdas, ya que su voto era decisivo, y seguiría siendo en el caso de que PP y Cs quisieran presentar una moción de censura. Una moción que podría ser más factible si renunciara al acta y entrara Sol Sánchez, que en el pasado estuvo ligada a los populares, aunque eso no quiere decir que fuera fácil, ya que además fue el PP quien denunció la situación que llevó a su cese.