La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de San Vicente desestimó ayer las alegaciones y denegó la licencia de obras presentada por Cemex España para demoler, recuperar equipos y desmantelar edificios de la antigua fábrica de cementos de la partida Inmediaciones. Esta decisión, para la concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, supone que el Ayuntamiento «se mantiene firme en su oposición a la destrucción de los elementos protegidos».

En un primer informe técnico municipal del servicio de Urbanismo ya se presentaron objeciones al proyecto presentado por Cemex, ya que la multinacional no adjuntaba en su petición el estudio de gestión de los residuos exigido por el Real Decreto 1/2008. Además, el presupuesto aportado en el proyecto fue considerado muy inferior al valor real de las obras.

Otra de las objeciones señaladas en el informe técnico municipal es la relacionada con los elementos que están incluidos en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de San Vicente del Raspeig, que les dota de un Nivel de Protección Parcial debido a su interés arquitectónico. Entre los elementos catalogados figuran las oficinas centrales, junto a los hornos giratorios, los silos, la chimenea, el pabellón de trabajadores y el laboratorio. Estos elementos no podrán ser demolidos.

Mariló Jordá dictó un decreto para requerir a la multinacional que subsanara las deficiencias señaladas en el informe técnico municipal. Según el gobierno local, Cemex presentó alegaciones, «quedando patente la voluntad de la interesada de no subsanar las deficiencias e insistiendo en demoler las instalaciones». El Ayuntamiento ha aceptado la alegación referente a la gestión de los residuos, pero se mantiene firme en su oposición a la destrucción de los elementos protegidos. «El patrimonio industrial es un valioso recurso en si mismo, como herencia y como legado del pasado. El Ayuntamiento ha de velar por la protección de este patrimonio», recalcan fuentes municipales.