El Consell se marca como objetivo que en 2030 al menos el 90% de la energía que se produzca en la Comunidad sea limpia. El presidente Ximo Puig anunció ayer en Xixona, donde se ultima la mayor planta solar de la región, que en julio aprobará un decreto ley para facilitar la implantación de complejos fotovoltaicos y acabar así con los «engorrosos trámites» que conllevan proyectos como el que se ha desarrollado en la cuna del turrón. Se trata de definir los parques fotovoltaicos como una inversión estratégica y apostar por decididamente de este sector.
Puig puso como ejemplo la planta solar impulsada por la multinacional X-Elio en Xixona, denominada CSF Turroneros y con una potencia instalada de 34,818 MWp, que ha logrado salir adelante después de una compleja tramitación que ha requerido la participación de ocho departamentos de tres consellerias diferentes. Y acabar con ese lastre es vital para nuevos proyectos.
Precisamente la promotora de la planta xixonenca, que ya está prácticamente terminada y aguarda a que Iberdrola amplíe la subestación eléctrica de Xixona con fondos de la propia multinacional para poder conectarse a la red, ya tiene presentada una segunda fase, cuyas obras prevé empezar a finales de 2021, para incrementar la potencia hasta los 50 MWp. Esto permitirá abastecer de energía limpia a 19.000 viviendas, evitando la emisión de 42.460 toneladas de CO2, con una inversión total de 48 millones. En total 136.480 módulos solares sobre 114 hectáreas.
Puig manifestó el compromiso de la Generalitat con las renovables. Reivindicó la necesidad de impulsar un «Pacto Verde» valenciano y fijó como objetivo que en 2030 «la Comunidad tenga el 100%, y si no el 90%, de energía limpia, producida y consumida en la Comunidad, y para eso lo primero que vamos a hacer es cambiar las normas, y se lo exigimos también al Gobierno de España, pero aquí lo vamos a hacer ya, y en julio va a haber un decreto ley para facilitar la inversión fotovoltaica en la Comunidad. Se avanzó en la Ley de Acompañamiento de este año en una primera fase cambiando la Ley Urbanística para facilitar la instalación fotovoltaica, pero hay que ir mucho más allá y en esto están trabajando tanto la Conselleria de Medio Ambiente como la de Política Territorial y la de Economía, para hacer este proyecto común en el que se definan ya los parques fotovoltaicos como una inversión estratégica, y finalmente se superen unos engorrosos trámites que además no dan más seguridad. Por eso desde una planificación adecuada hay que facilitar la inversión para que la Comunidad sea una referencia en energía fotovoltaica. Y para ello se necesitan empresas que inviertan como X-Elio y ayuntamientos que colaboren tan activamente como el de Xixona».
Modificar estructuras
Puig reivindicó la necesidad de impulsar un «pacto verde» valenciano y de participar en otro acuerdo de estas características a nivel estatal para aprovechar la «enorme oportunidad» que representa el respaldo de la UE a la inversión en energías renovables. Y agregó que «hay que cambiar estructuras administrativas y arquitecturas normativas que no han funcionado», por lo que es partidario de «romper esas costuras» que han «impedido» que se haga de las energías renovables una industria competitiva que ayude a superar la dependencia del combustible fósil.
Por su parte la alcaldesa Isabel López (PSOE) destacó el «compromiso personal» de Puig en este proyecto para lograr que saliera adelante, insistió en la necesidad de apostar por proyecto como este que genera empleo y energía limpia y recordó que Xixona ha dado «todas las facilidades posibles, hemos bonificado impuestos y renunciado a ingresos para que este proyecto pudiera salir adelante, porque no solo es el futuro, sino el presente, y ya llegamos tarde».
Por último Lluís Noguera, CEO de X-Elio, que desarrolla cinco proyectos en la Comunidad, destacó «el compromiso de las instituciones públicas con el desarrollo de las energías renovables, así como nuestro trabajo por crear valor y contribuir a la sostenibilidad».
