El Ayuntamiento de Mutxamel va a invertir más de 600.000 euros en la reparación de un talud en la urbanización Las Terrazas de Bonalba, para acabar así con los problemas de desprendimientos que arrastra esta zona desde hace 35 años, según explicó el alcalde Sebastián Cañadas (PP).

La Corporación licitó la primera fase de esta obra el pasado 23 de diciembre a la empresa Ipsum Servicios y Concesiones SL por 325.136,76 euros, por lo que se espera que los trabajos arranquen en unas semanas, con una duración de tres meses. La intervención incluye una segunda fase municipal por 311.535,22, además de otra fase a cargo de una parcela privada aunque de una cuantía mucho menor, 13.764,35 euros.

Esta obra busca acabar con la inestabilidad del talud de desmonte en la urbanización Las Terrazas de Bonalba, que en su mayor parte corresponde a una zona verde de titularidad municipal, por lo que es responsabilidad del Ayuntamiento la reparación de los daños que se vienen produciendo desde que finalizó el periodo de garantía, tras la recepción del mismo. El primer edil destacó que este problema no es algo reciente, sino que se viene arrastrando desde hace 35 años y es necesario ponerle solución.

En este proyecto se han previsto las medidas correctoras para la totalidad del talud, separándose el presupuesto entre la cantidad correspondiente a la zona municipal, con un desarrollo de 156 metros, y la de la parcela privada, de 20 metros de extensión.

El tipo de material del talud provoca que, con el proceso de lluvia, se diluyan las margas, precipitándose hacia el pie del talud. Para evitar la caída de piedras hasta el vial e incluso hasta los edificios situados a continuación se instalaron mallas, pero debido al empuje que se produce por las margas empapadas con el agua de lluvia, se ha comprobado la fisuración del muro de bloques que protege el mencionado vial.

Por ello la solución acordada para el muro, de entre 5 y 13 metros, consiste en un sistema combinado de terreno reforzado mediante la disposición entre las capas de relleno de unas geomallas, que tendrán una función de refuerzo primario, con otros elementos modulares, creados con malla metálica.

Para la zona situada en el extremo sur del talud, correspondiente a una parcela de titularidad privada, se ha previsto una solución diferente, ya que la altura del talud modificado es menor y además, ya existe un muro de hormigón limitando la urbanización. En los primeros 20 metros se ha planteado un sistema que tiene como función la estabilización del desmonte.