Cs y la oposición han tumbado en el pleno de hoy la propuesta del PP para regularizar la llegada del agua de a desalinizadora de Mutxamel, lo que iba a suponer un incremento de la tarifa en los próximos 40 años al repercutir parte del coste de esta instalación en los recibos. Y esta medida deja en el aire la continuidad de Cs en el ejecutivo que comparte hasta ahora con PP y Vox, llegando el portavoz de la formación naranja y responsable de la concejalía de Servicios, Julio Oca, a denunciar presiones del alcalde Juanjo Berenguer (PP) para que firmara un informe técnico, algo que ha negado el primer edil.
El pleno ha votado en contra de la adenda del convenio de 2006 con Acuamed que contempla esta subida del recibo. PP y Vox se han quedado solos apoyando la medida (8 votos), frente a Cs, PSOE, EU, Podemos y Red (10 votos) y la abstención de Compromís (3). Y esto abre interrogantes sobre el futuro del tripartito, así como qué va a hacer El Campello con el tema del agua, ya que Acuamed estaba urgiendo a firmar este convenio y el alcalde había llegado a advertir de posibles consecuencias jurídicas de votar en contra.
Primero se ha votado la retirada de los puntos relacionados con el agua, pedida por PSOE y Podemos, pero la negativa de Cs ha hecho que no se aparcara, y ha dejado en evidencia la fractura de los naranjas con el PP. Además, Compromís ha instado al portavoz de Cs a dimitir de su puesto en el equipo de gobierno ante las graves acusaciones vertidas contra el PP, algo que ha rechazado Oca.
