La empresa Pemarsa Ly los bomberos han iniciado esta semana el desmantelamiento de la fábrica de caucho calcinada en San Vicente hace casi un mes. La maquinaria pesada ha entrado ya en las instalaciones con la colaboración del Consorcio Provincial de Bomberos para unas tareas que han obligado a desalojar a 17 familias que vivían cerca del complejo arrasado, para evitar complicaciones por las molestias por el humo y olores que aún se genera, y que se han reavivado con los trabajos.
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Esta actuación consiste en la demolición y desescombro de todas las construcciones que han quedado inservibles como consecuencia del incendio, así como la retirada de los residuos conforme a la legislación vigente, que serán trasladados a la planta de Piedra Negra en Xixona.
Del mismo modo, el acceso a la parcela se ha restringido hasta que no se finalicen los trabajos, que durarán unas cinco semanas. Según el decreto municipal firmado por el alcalde Jesús Villar para esta demolición, sobre aquellas edificaciones que hubieran podido quedar en condiciones de uso, se deberá aportar un informe pericial que lo justifique. Y se condicionaban los trabajos a la colaboración del Consorcio Provincial, que está participando en las labores y sofocando los rebrotes que se producen al retirar los escombros.
El incendio en esta nave del polígono Canastell se produjo el pasado 11 de julio, y aunque al día siguiente se dio por extinguido, en la zona ha permanecido un retén de bomberos debido a que el fuego se ha estado reavivando debido al tipo de residuos presentes allí, sobre todo por el caucho. Además, la presencia de humo ha sido continua, lo que ha causado muchas molestias en los vecinos. En los últimos días el inicio de los trabajos ha hecho que hayan aumentado los olores y humos, al remover los residuos y restos que allí quedan.
Precisamente por este motivo han sido desalojadas 17 familias que vivían cerca de la nave. Solo se ha quedado un hombre mayor, que se ha negado a marcharse, según explicó la edil de Bienestar Social, Isabel Candela. De las otras 17 familias, seis han sido realojadas por el Ayuntamiento en la Villa Universitaria y el resto se ha ido a casas de familiares o han alquilado alguna vivienda, apuntó Candela.
Por su parte el edil de Medio Ambiente, Alberto Beviá, señaló que las tareas de desescombro se prevé que duren cerca de un mes, aunque se espera que las molestias por el humo no duren tanto y se centren solo en los primeros días.
Quejas vecinales
La empresa afectada se encuentra en la calle Esparto, en la parte sur del polígono industrial Canastell, y se dedica a la fabricación de suelos para espacios deportivos como los gimnasios. El fuego se declaró el domingo 11 de julio, sobre las 16.30 horas, generando una gigantesca columna de humo visible desde buena parte de la comarca. No causó heridos pero el caucho dificultó mucho las tareas de extinción, así como ahora el desmantelamiento de la instalación. Y este humo y olores ha provocado numerosas quejas de los sanvicenteros desde entonces.