Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La tercera fase de la planta solar de Xixona afecta a 240 hectáreas de cultivos rodeados de pinadas

El nuevo proyecto abarca terrenos agrícolas entre el municipio y La Torre de les Maçanes, cuya eliminación supondría un gran impacto paisajístico. Los paneles se levantarían sobre 79 hectáreas, además de otras 20 en Busot

La mayor parte de la planta se levantará en la finca de El Albarral, sobre bancales sobre todo de almendros.

La tercera fase de la planta solar que tramita la multinacional X-Elio en Xixona se adentra en el pulmón verde de la comarca. Aunque los terrenos donde se va a desarrollar son rústicos, lo que va a cambiar de salir adelante es el paisaje agroforestal que se puede observar desde la CV-780 que une Xixona con La Torre de les Maçanes.

Y es que va a suponer un gran impacto paisajístico, ya que la tercera fase, que abarca parcelas que suman 2,8 millones de m2, se va a desarrollar sobre todo entre Xixona y La Torre, sobre varias fincas que suman 2,4 millones de metros cuadrados de la zona de El Albarral. Es decir 240 hectáreas -el equivalente a 330 campos de fútbol-, que ahora son bancales de almendros y olivos, que no están en explotación en la actualidad pero ni mucho menos abandonados o secos en su inmensa mayoría, y pinadas, que a su vez están rodeadas de más pinadas. Estos cultivos serán sustituidos por decenas de miles de paneles solares. En concreto 61 hectáreas en Xixona y 18 en La Torre pasarán a estar ocupadas por paneles solares.

El plan también afecta a la Zona de Especial Protección de Aves de Cabeçó y aumenta el riesgo de incendios forestales

decoration

Otros 400.000 m2 se encuentran muy lejos de allí, en el término de Busot, donde estarían ocupadas por paneles solares otras 20 hectáreas. Es decir en total 110 hectáreas entre norte y sur. Además se incluyen más de 17 kilómetros para unir ambas partes, de los que 16 serán bajo tierra.

El proyecto de la multinacional X-Elio a través de su empresa Gadoni Directorship contempla una inversión de casi 30 millones en esta tercera fase, cuya tramitación ya adelantó este medio hace casi un año. Ahora, la Generalitat ha sacado información pública de solicitud de autorización de implantación en suelo no urbanizable, autorización de construcción y declaración de utilidad pública para esta tercera fase, que lleva de nombre CSF Campello aunque no afecta a este término municipal, sino a Xixona, La Torre y Busot. Además, se somete el proyecto a evaluación de impacto ambiental, así como solicitud de ocupación de varias vías pecuarias en Xixona y Busot, por afección por línea subterránea.

Campos de olivos en el término de La Torre afectados por la planta solar que se tramita. | J.A.RICO

Y un vistazo al proyecto, al que se puede acceder desde la web de la Generalitat, muestra como en su mayor parte se va a desarrollar en Xixona en la zona de El Albarral, a ambos lados de la CV-780, en la linde casi con La Torre de les Maçanes, junto con una pequeña parcela de La Torre, junto a La Barrinada, sobre terrenos agrícolas con centenares, quizá miles, de almendros y olivos, que a su vez están rodeados de pinadas y una orografía montañosa. Una visión que cambiará radicalmente para las próximas décadas, ya que el paisaje de unos de los grandes pulmones verdes de l’Alacantí pasará a tener pinos y placas solares en lugar de pinos, olivos, algarrobos y almendros.

Los colectivos ecologistas no han podido aún estudiar este proyecto, ya que no dan abasto con las iniciativas que se están presentando en la provincia, que está viviendo un boom de la energía solar. Xixona encabeza esta fiebre con la puesta en marcha de la primera fase de CSF Turroneros, en la zona sur del municipio, que entró en funcionamiento hace un año, con un potencia de 35 MW, la mayor de la Comunidad. En tramitación hay una segunda fase en su entorno y en las faldas de la sierra de Almaens, la CSF Turroneros II, de 15 MW. Y esta tercera fase, aunque con otro nombre, contempla una potencia de casi 50 MW, pero afecta a terrenos más sensibles, aunque el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa considera que la actuación es viable, que son terrenos «de baja capacidad agraria» en la zona norte, y que se contemplan medidas correctoras.

Espacios sensibles

Pero también reconoce que esta instalación, tanto la zona norte como la sur y el tendido, aumenta el riesgo de incendios forestales, hay afecciones a vías pecuarias y a espacios protegidos como la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Cabeçó d’Or y La Grana por el tendido eléctrico, en varias zonas donde no es viable el soterramiento de la línea. Del mismo modo, las parcelas de Xixona y La Torre se sitúan a 200 y 600 metros, respectivamente, de la ZEPA.

Es decir, que en la parte norte se trata en todos los casos de suelos agrícolas de cultivos de secano rodeados de suelo forestal, configurando un mosaico agroforestal de valor ambiental y paisajístico que va a desaparecer al eliminarse uno de sus componentes, el agrícola. Un impacto paisajístico tremendo, por no hablar de que son áreas de campeo donde cazan las aves rapaces, ya que allí crían conejos y perdices.

En total el proyecto incluye por 87.646 paneles fotovoltaicos de 570Wp sobre 11 hectáreas de las 240 que suman las parcelas afectadas, así como centros de transformación que se conectan mediante tendido eléctrico de 30kV soterrado.

Según refleja el estudio de la empresa, la zona norte ocupa una superficie de 2.418.039 m2, entre la Sierra del Montagut y el río de La Torre. «Son zonas aterrazadas de antiguos cultivos, y algunos retazos en actual producción, de olivares, almendros y algarrobos, las que caracterizan a este ámbito».

Por otra parte, con una superficie ocupada de 433.921 m2, la zona sur de la actuación, se ubica en Busot, al este de su casco urbano, concretamente en un entorno residencial entre las urbanizaciones de Pla dels Pastors y Pla de Lloma, sobre «parcelas en total abandono agrícola», en una zona semidesértica.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats