La Conselleria de Cultura insta por cuarta vez al Ayuntamiento de El Campello a que requiera al propietario de la Torre de Reixes a actuar para frenar la ruina de este bastión del siglo XVI. La Generalitat ha remitido en apenas dos meses dos escritos en los que reclama a la Corporación que exija actuaciones de urgencia para acabar con el imparable deterioro que sufre este enclave, también denominado Torre del Barranc d’Aigües. A este respecto, el alcalde Juanjo Berenguer (PP) anunció este viernes que la empresa propietaria, Campelmar, ya se ha comprometido verbalmente a restaurar la fortaleza, y si esto no se plasma en un proyecto, se le requerirá formalmente que actúe.
Cultura ya remitió sendos escritos a principios de 2020 y de 2021, a raíz de denuncias presentadas por particulares ante la Conselleria, para requerir al Ayuntamiento para que instara a la propiedad a actuar ante el deterioro del inmueble. Y ahora, en el plazo de dos meses, ha remitido otros dos escritos al Consistorio ante la falta de medidas.
Desde la Conselleria explicaron a este medio que en septiembre se remitió un tercer escrito en el que «se requiere con carácter urgente al Ayuntamiento de El Campello, la obligación de esa administración en primera instancia de dictar las ordenes de ejecución necesarias para la conservación y mantenimiento de inmuebles y garantizar la seguridad de bienes y personas, y que requiera con carácter urgente a la propiedad de la Torre Reixes». Y destacaron que «desde el Servicio Territorial de Cultura de Alicante se han efectuado todos los trámites y actuaciones sobre las que tiene competencia» sobre este tema.
Y a principios de este mes ha llegado una cuarta notificación, según ha informado EU. En esta «se requiere al Ayuntamiento para que notifique a la propiedad de la Torre de Reixes (al desconocer esta administración la dirección del propietario) el presente requerimiento de la obligación de conservación y mantenimiento del citado bien, garantizando la seguridad de las personas».
Por su parte desde el Consistorio su alcalde y responsable de Patrimonio, Juanjo Berenguer (PP), informó este viernes que ya se ha reunido con la empresa Campelmar para abordar la situación del inmueble, y que se ha comprometido verbalmente a reformar el bastión, agregando que en caso de no plasmarse en un tiempo prudencial esto en un proyecto, se requerirá formalmente a la mercantil a actuar. Por tanto, al hacerse cargo la mercantil de la reforma, la torre vigía no pasaría a manos del Ayuntamiento, opción que manejaba Berenguer en los dos últimos años, aunque sin llegar a considerarlo una prioridad.
Desde EU lamentaron la inacción del Ayuntamiento pese a los reiterados requerimientos de la Conselleria, mientras la torre sigue deteriorándose y sufriendo actos vandálicos. Su edil Pedro Mario Pardo señaló que «el alcalde debe dejar los anuncios, porque siempre se quedan en eso. Son necesarios hechos para salvar nuestro patrimonio, y no entendemos por qué no se requiere al dueño a que cumpla con su obligación legal».
EU recordó que hasta hace unos meses el Consistorio pensaba que el bastión era propiedad de la Fundación Frax -entidad cultural que aparece en el Catastro y que estaba dispuesta a cederlo-, cuando en el propio expediente municipal se reflejaba que su titularidad, según el Registro de la Propiedad, es de la empresa Campelmar. Y «esto ejemplifica el descontrol que sufre el área de Patrimonio, donde acabamos de ver cómo en el caso del Convent no somos capaces de localizar a los dueños para reclamarles los 80.000 euros que costó apuntalarlo. Es urgente frenar la ruina de la Torre de Reixes, y por ello vamos a seguir con las movilizaciones iniciadas hace dos años», en las que junto a Podemos y Red realizan una ruta reivindicativa hasta la fortaleza. Pardo recordó que «no solo se trata de salvar nuestro patrimonio, sino que además con la restauración de la Torre de Reixes se ofrecería un atractivo que sumar al tan manido sol y playa, con una ruta senderista para toda la familia con final en un trozo de la historia de El Campello».
Estudio en el pasado mandato
Varios informes han advertido en los últimos años del deterioro del baluarte, cuyo estado es ruinoso, presenta grandes grietas, desprendimientos, carece de cubierta -lo que agrava su estado por las lluvias- y ha sufrido pintadas. En 2018 en Ayuntamiento, bajo gobierno del cuatripartito de izquierdas, encargó un estudio que estimaba que una primera intervención de urgencia para consolidar la torre requeriría una inversión de 115.000 euros, y una reforma completa alcanzaría los 300.000 euros. Además, el pleno aprobó este año, con los votos en contra de PP y la abstención de Vox, una moción de EU, Podemos, PSOE y Red para aclarar la titularidad del bastión y tomar medidas para evitar su ruina.
