El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig no ha ejecutado más de la mitad de las obras e inversiones previstas con los 16,5 millones de euros del remanente de 2021. El segundo presupuesto, como se denominó a esta oportunidad de inversión. Finalmente ha materializado obras y proyectos por algo más de 4 millones, y lo que no ha podido realizarse se traslada para ejecutar a lo largo de 2022 y 2023.
El consistorio quiere celebrar un pleno a final de marzo para aprobar la incorporación de los 12 millones de euros de remanentes de créditos al presupuesto de 2022.
El edil de Hacienda, Alberto Beviá, explica que entre esos 12 millones previstos hay proyectos cuya tramitación ya se ha hecho y están a falta de adjudicar las obras, acciones de envergadura que suponen una inversión elevada como la iluminación en el centro del municipio, que supone 1,3 millones de euros; el asfaltado, que son otros 800.000 euros o la obra de remodelación de los bajos del Ayuntamiento por 220.000 euros, entre otras.
El responsable de Hacienda explica que San Vicente va a ver a lo largo de este año numerosas "e importantes" obras en marcha porque "tenemos ahora mismo una capacidad de inversión enorme" y advierte de que se van a incorporar proyectos importantes que han funcionado muy bien como los bonos al consumo Raspeig ".
En la oposición afean que San Vicente ha perdido una oportunidad para realizar durante 2021 obras que eran necesarias. "De los 16,5 millones de euros de remanente destinados a realizar proyectos, tan sólo han finalizado 4,4 millones, y del presupuesto ordinario anual no han utilizado 7,8 millones. En definitiva, si el año había 27 millones en en el banco, este año la suma asciende a 30,5 millones, que están dejando de invertirse en nuestra ciudad", reprocha el portavoz del PP, Óscar Lillo.
"Bloqueo del Ayuntamiento"
Mientras que desde Ciudadanos hablan de "una oportunidad histórica perdida". La edil Mariela Torregrosa advierte que "la mayoría de las inversiones que el equipo de gobierno presupuestó el año pasado están sin ejecutar y una parte muy importante sin iniciarse ni siquiera". Esto supone que, por un lado, "no se consigue el primer objetivo para usar los remanentes, el dinero extra que el gobierno nos permite gastar inmediatamente que iba a servir para reactivar la economía; y no repercute en la generación de empleo". Y añade que "incluyeron más de un centenar de actuaciones, muchas de cuantía pequeña, que han provocado un bloqueo en el Ayuntamiento".
Al presupuesto del año que viene se van a incorporar intervenciones previstas y no realizadas como la reurbanización del Barrio Los Manchegos, donde se iban a invertir 300.000 euros; actuaciones en Pozo San Antonio que contaba con una inversión de más de 180.000 euros. Además, se arrastran obras previstas ya años atrás como el arreglo de la valla del parque Lo Torrent, que supone 300.000 euros. Y uno de los proyectos que está pendiente de desarrollar es el Centro del Agua, que prevé cubrir la piscina exterior. Una actuación que está en fase de redacción del proyecto.
El alcalde, Jesús Villar, destaca sobre los proyectos que se van a desarrollar que "hemos metido en la incorporación del presupuesto todo lo que se puede acabar antes del 31 de diciembre de 2022. Todo lo que ya está adjudicado", como la obra de los bajos del Ayuntamiento entre otras. El primer edil reconoce el problema que supone gestionar un presupuesto de más de 20 millones de euros en inversiones. Y también resalta la oportunidad de invertir en el municipio. Con los nuevos remanentes el Ayuntamiento prevé comprar más contenedores de basura para poder afrontar el retraso de la puesta en marcha del nuevo contrato.
Villar, admite lo que ya le advirtió el grupo Ciudadanos en la oposición, que se habían previsto demasiados pequeños proyectos que a nivel administrativo y de tramitación necesitan prácticamente el mismo trabajo que las grandes inversiones. "Decidimos llevar muchas cosas y quizá tendríamos que haber llevado proyectos más ambiciosos o más grandes. Pero en la cartera no contábamos con los proyectos hechos". El también concejal de Urbanismo reconoce que esta situación "nos ha servido de experiencia".
Por su parte, el edil de Hacienda considera que las críticas de la oposición "son destructivas". Y señala que "pensar que cuando se aprobó la modificación de crédito, que fue definitiva en julio, se podía ejecutar todo en el mismo año, es que no conoce los procedimientos de una administración local". Beviá añade que "no se puede correr más de lo que hemos corrido". Y remarca que en 2021 el consistorio se ha encontrado con 20 millones de euros para invertir, que superan la capacidad de los técnicos.
Para el portavoz de Vox, Adrián García, "la aplicación de los remanentes que acordó el equipo de gobierno supone dejar pasar una oportunidad histórica para ejecutar inversiones que suplan el abandono presupuestario a que nos tiene condenados la Generalitat Valenciana".
El concejal advierte de que "la inmensa mayoría de las partidas se corresponden con gastos que debiera haber realizado el Ayuntamiento de forma ordinaria y que, ni suplen la falta de inversiones de relevancia en el municipio, ni van a tener un efecto mitigador para la población en general de la grave crisis en que estamos inmersos, tanto la provocada por la pandemia como por las actuales circunstancias económicas y políticas".
Desde Compromís consideran que los tiempos de ejecución de las obras del remanente no han sido los adecuados e inciden en la falta de trabajadores como el principal motivo para que no hayan podido salir todos los proyectos adelante. El portavoz, Ramon Leyda, adelanta que van a solicitar los datos actualizados en la comisión de seguimiento de remanentes.
Una vez conocida la liquidación del presupuesto del año 2021, para el portavoz Popular , “es intolerable y a su vez incomprensible. Este es el gran ejemplo de la nula gestión de este equipo de gobierno. Se quejaban sistemáticamente de las reglas fiscales, y este año que están derogadas y les permitía disponer de un presupuesto extraordinario para realizar inversiones y proyectos para la ciudad por valor de 16 millones de euros, solamente han sido capaces de ejecutar 4,4 millones".
"Ya dijimos en su día que los 200 proyectos que presentaron para ejecutar con los 16 millones de remanentes eran lo más parecido a una carta a los reyes magos, pero a la vista del resultado, más que una carta ha sido un brindis al sol. Una imagen que se refleja perfectamente en las obras inconclusas y paradas de las piscinas municipales o del nuevo pabellón deportivo”, critica Óscar Lillo.
Al cierre del ejercicio del 2021, el remanente de tesorería asciende a 30,5 millones de euros. Lillo considera que es negativo porque “vuelven a amasar millones en el banco, que lejos de ser una gestión positiva, lo que significa realmente es que no hacen bien su trabajo. No son capaces ni de gastar, ni de invertir en las necesidades de nuestra ciudad".
