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El restaurante La Paixareta dice adiós tras más de 34 años en San Vicente

Abrió el 1 de abril de 1987, ha crecido con el municipio y es el único recomendado por la Guía Michelín

Juan José y Ramón tras la barra, con algunas fotos de comensales famosos.

La Paixareta dice adiós después de más de 34 años abierto. El restaurante referente de la gastronomía de San Vicente del Raspeig, recomendado desde los años 90 por la Guía Michelín, baja la persiana después de tres décadas de actividad. Abrió el 1 de abril de 1987 y ha cerrado un mes antes de cumplir los 35. Por el local han pasado políticos, deportistas, humoristas, empresarios... Algunos se han quedado retratados en las fotografías enmarcadas que conservan sus dueños. Aunque la mayor joya es la imagen de los propietarios tras la barra, tres décadas atrás, al poco de iniciar su negocio.

La Paixareta es ya historia de San Vicente. Y su fama en el municipio es fruto de la ilusión y el trabajo de dos amigos, Ramón Bernabeu y Juan José Ferrándiz, que hace más de tres décadas decidieron dejar sus trabajos en un bingo y en una discoteca para montar su propia empresa. "Nos casamos y quisimos un negocio en el que pudieramos estar tiempo con la familia, no sabíamos que nos iba a triturar", ironiza Juan José. Nació como cervecería y con la demanda el local fue creciendo y convirtiéndolo en el restaurante referente en la ciudad. Si alguien quería celebrar algo importante iba a La Paixareta.

Cierra La Paixareta de San Vicente tras 34 años. HECTOR FUENTES

Ambos sienten un desgarro en el corazón después de toda una vida trabajando en el mismo lugar y a la vez reconocen que había llegado la hora de la jubilación. Su pena es que ninguno de sus hijos ha querido quedarse al frente del restaurante, por lo que La Paixareta ya es pasado. Quizá ellos han sido algo culpables de que el negocio no haya pasado de manos, y están convencidos de que su máxima de mantener a la familia alejada del negocio les ha ahorrado muchos disgustos. "Cuando hemos tenido problemas los hemos resuelto nosotros", explica Juan José.

Ellos, que se conocen desde hace 40 años y que han trabajado codo a codo durante todos estos años "media jornada todos los días, 12 horas de trabajo", ríe Ramón, no se echan de menos porque siguen viéndose y "amenazan" con seguir viéndose amenudo porque "somos más que familia". Desde el cierre de su restaurante quedan prácticamente todos los días para desmontar y recoger poco a poco todo lo que en él hay en el local. Entrar allí les da pena porque ahora es el eco de lo que fue, sillas subidas sobre las mesas, neveras vacías, nadie tras la barra y nadie en la cocina.

Recuerdan con emoción la respuesta de clientes y amigos al cierre. El último día de trabajo, era domingo y "había gente esperando en la puerta que quería comer por última vez aquí", rememoran. "Ha habido lágrimas, clientes llorando, nos han hecho un vídeo muy emocionante", explican. Cuentan que la historia de La Paixareta ha ido pareja al desarrollo de San Vicente. Guardan como una joya un enorme plano del pueblo en los años 60, regalo de uno de los alcaldes que frecuentaba el restaurante, un San Vicente aún sin desarrollar que no tiene nada que ver con el crecimiento urbanístico actual.

Cierra La Paixareta de San Vicente tras 34 años. HECTOR FUENTES

"Empezamos a crecer con la industria del pueblo, crecimos con la fábrica de cartón, las yeserías, con Almendras Llopis, con los concesionarios, con los constructores al mismo tiempo que crecía San Vicente". Reconocen que "en la época en la que no se miraba la carta, cuandos nos decían, "pon" se han cerrado aquí muchos tratos". Y a la vez, han estado pegados a las fiestas y tradiciones del pueblo porque, "támbien dábamos de comer a alguna kábila, hemos hecho barracas...". Han vivido el despegue y la bonanza económica, y también han aguantado durante las sucesivas crisis, "en la primera, por 1991, debíamos todo y había meses en los que no cobrábamos" y la última, la del coronavirus, ha sido una de las más duras, recuerda Ramón.

Su orgullo han sido sus clientes y cómo han visto crecer a generaciones. "Nos acordamos mucho de algunos clientes que ya no están. Aquí hemos hecho el bautizo y luego la comunión, bodas de plata...". Entre sus anécdotas, el día que entró por la puerta el empresario José María Ruiz Mateos y el local enmundeció. "De repente nadie hablaba ni comía, se habían quedado mirándolo. Venía de comprar una fábrica. Fue muy campechando", rememora Ramón. Otra de las anécdotas es un olvido muy curioso, hay quien se ha dejado el móvil e incluso el bolso, pero también hay un comensal que se olvidó la escritura de una casa, que desde hace años ha permanecido a la espera de que alguien acuda a reclamarla.

Desde los años 90 han recibido periódicamente la visita de una persona de la Guía Michelín. Nunca sabían quién era. "Solía ser un hombre, se sentaba él solo, pedía varios platos, luego un café y solo cuando había pagado se presentaba y nos pedía si podía entrar a la cocina", explica Juan José.

El secreto de su éxito

"¿Nuestro secreto?, mucha dedicación, mucho trabajo y poner un plato de arroz, no el humo. Tener género de primera, una buena cocina y un buen servicio, tan importante como la cocina, son imprescindibles", enumera Ramón. Profesionalidad y discreción son parte de su sello y creen que son cualidades que ahora mismo echan en falta en algunos restaurantes. "La cantidad de cosas que hemos visto y oído son secreto profesional. Se aprende detrás de la barra y escuchando, si hablas no escuchas. Hay que estar callado y tener discreción absoluta", cuenta Juan José.

Admiten que a día de hoy, si tuvieran que empezar de nuevo, no pensarían en un restaurante. El contexto actual no es el más adecuado. Ahora que dicen adiós creen que algunos sanvicenteros "que no le daban importancia a lo que tenían porque está en su pueblo nos echarán de menos". Echan la vista atrás y se consideran afortunados. Pusieron el nombre a su restaurante por el número 27 de la Once "la pajarita", en castellano, que vendía a gritos un vendedor cuando ellos habilitaban su restaurante y aseguran que "nos ha dado suerte".

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