Nuria Martínez Molina, la festera de Alcoy a la que se le negó un puesto en la escuadra de la Filà Alcodianos por su condición de mujer -amparándose en la normativa de la Asociación de San Jorge que veta las formaciones mixtas- participó en la Entrada Cristiana con la formación a la que pertenece desde 1997, ejerciendo funciones de "maldita".

Esta festera salió al desfile apoyando una carroza infantil, concretamente tirando de una de las cuerdas que permitían arrastrarla. La carroza iba situada detrás de la propia escuadra de la filà, en la que tenía que haber ido Nuria Martínez e incluso ejercido funciones de cabo, como había solicitado.

Nuria Martínez, expresó su "resignación" ante lo sucedido, pues cabe recordar que este veto impuesto por la Asociación de San Jorge a las formaciones mixtas, también le ha impedido desfilar los tres años anteriores en la Diana. En este acto también está prohibido que la composición pueda ser de hombres y mujeres.

La festera resaltó que "seguiré intentándolo", en referencia a que continuará solicitando la participación en los puestos de la filà que le correspondan por turno. A este respecto cabe significar, según ha sabido este diario, que la normativa interna de las filaes hará que se mantenga el número para la escuadra, por lo que previsiblemente el año que viene se volverá a repetir la situacion, y posiblemente también en ediciones futuras, si no se produce un cambio normativo en la Asociación.

Nutrida participación femenina

Las Entradas de Moros y Cristianos de Alcoy registraron ayer una importante participación femenina, por ejemplo en la propia Filà Alcodianos, que celebraba su centenario, pero con los trajes nuevos que han aprobado la mayoría de las entidades festeras. El caso de Nuria Martínez es especial, dado que esta mujer está utilizando el atuendo que existía en la filà cuando se inscribió y que hoy se considera como "masculino"; aparte, pese a gozar de plenos derechos, se ve afectada por la normatiza festera que veta las escuadras mixtas. En enero se intentó un cambio, pero el Casal lo rechazó por abrumadora mayoría.