Una fuga de gas pudo ser la causa de los pitidos que han estado escuchándose varios días en el barrio del Ensanche de Alcoy, y que cesaron el pasado fin de semana tras la intervención de la empresa suministradora. No se ha podido determinar que fuera el escape lo que provocaba el zumbido, pero la actuación de los operarios en lo alto de una terraza cortando el servicio y reparando una conducción propició que el ruido dejara de escucharse. Con ello terminó casi una semana de molestias, pero sin que se haya podido aclarar hasta ahora por qué motivo exacto la tubería pitaba y, sobre todo, por qué no se localizó antes el problema.

El concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, explicó ayer a este periódico que el sábado finalmente se pudo averiguar que el ruido procedía de lo alto de una terraza en la calle San Isidro. Esta es una de las vías que delimitan la plaza de la Font de l’Horta, el lugar donde más molestias estaban sufriendo los vecinos porque era donde el zumbido se escuchaba con mayor intensidad.

Técnicos de la empresa suministradora de gas se desplazaron al lugar y pudieron comprobar que el pitido venía como consecuencia de una fuga. El corte de energía y la posterior reparación de la conducción hicieron que volviera el silencio, para alivio de los residentes en la zona, que ya el domingo mostraron su satisfacción en las redes sociales, donde también se especuló acerca de la posible causa del molesto zumbido.

Enigmáticos pitidos en Alcoy

Enigmáticos pitidos en Alcoy Juani Ruz

Martínez señaló, no obstante, que la suministradora de gas «no garantiza» que el motivo del pitido fuera que hubiera una fuga, al no haber proporción entre el ruido que se escuchaba y la presión que llevan las tuberías. Por ello, indicó que «el problema se ha resuelto, pero estamos intentando saber qué ha pasado», y por esta razón han pedido «explicaciones más técnicas» de lo ocurrido a la empresa. Además, abunda en el peligro que habría existido para la población en caso de confirmarse que se trató de un escape.

Y sobre todo, el Ayuntamiento quiere saber por qué no se dio antes con el origen del problema. Como ya publicó este periódico el pasado sábado, los técnicos de la empresa suministradora de gas ya habían estado revisando una estación de regulación y medida ubicada en la zona, pero en principio no se había observado anormalidad alguna, por lo que no parecía que la causa de los pitidos pudieran estar relacionados con este servicio energético. Tampoco había trascendido que los vecinos hubieran detectado algún olor sospechoso, aunque en esto pudo influir el hecho de que la posible fuga estuviera en lo alto de una terraza y, por lo tanto, se disipara rápidamente.

Asimismo, de haberse tratado de un escape, su presumible localización en lo alto de una azotea habría sido fundamental para que no se produjeran eventualidades significativas como una explosión. A este respecto, el edil de Obras y Servicios incidió en que esto «podría haber tenido consecuencias», por lo que se felicitó de que no se produjera una contingencia de este tipo. A su juicio, esta circunstancia hace que sea todavía más oportuno que la empresa ofrezca explicaciones.

El zumbido comenzó a escucharse en torno al mediodía del lunes 8 de febrero y ha estado percibiéndose durante seis días. Si bien al principio no se le dio mucha importancia y hubo incluso quien hizo chascarrillos al respecto, a medida que fue pasando el tiempo las quejas de los vecinos fueron intensificando. El pitido tenía una intensidad leve, pero al ser constante ha causado grandes molestias en una amplia zona del Ensanche alcoyano.