La acogedora villa de Onil, localizada al norte de la provincia de Alicante, es conocida como la «Cuna de las Muñecas», y es que la visita a este lugar ya merece la pena solo por la artesanía y cultura que desprende el Museo de la Muñeca. Pero hay mucho más que ver.

Sin lugar a dudas, uno de los lugares más emblemáticos es el Museo de la Muñeca, ubicado en la Casa de l’Hort, un palacete señorial del siglo XIX que fue propiedad de la familia Payá Alonso de Medina y actualmente es considerado Bien de Interés Cultural.

Desde finales del S.XIX, Onil es la Villa Muñequera por excelencia, repartiendo felicidad con más del 80% de fabricación nacional de muñecas. El museo posee unas 1.000 muñecas datadas de los siglos XIX, XX y XXI. Entre sus múltiples salas, encontramos piezas únicas y originales, la Gran Ciudad de Playmobil, constituida por más de 10.000 piezas, así como la habitación de sus majestades, los Reyes Magos de Oriente.

Como novedad, el pasado mes de diciembre se realizó la I Feria Muñecas de Onil, con la que se pretende dar a conocer el producto por excelencia del municipio, además de ofrecer la posibilidad de adquirir una de estas muñecas únicas. Esta feria promete crecer y convertirse en un referente de la Navidad en futuras ediciones.    

Historia, fiesta y tradición

Caminando por el casco histórico, encontramos, lugares como el Palacio-Fortaleza del Marqués de Dos Aguas, construido en el siglo XVI constituye uno de los edificios civiles de mayor belleza de la Foia de Castalla, declarado Bien de Interés Cultural en 2001.

Palacio-Fortaleza del Marqués de Dos Aguas. Inma Juan

En la primera planta del palacio se puede visitar el Museo de la Fiesta, donde se funde historia, fiesta y tradición. Las fiestas de Moros y Cristianos de Onil están declaradas Fiestas de Interés Turístico Provincial desde el año 2014.

Junto al palacio se encuentra la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, la cual fue terminada en el año 1778. En su altar mayor destaca el retablo erigido al Apóstol Santiago «El Mayor», obra anónima del s. XV de gran valor histórico – artístico, así como la capilla del Bautisterio con frescos del artista local, premio príncipe de Asturias, Eusebio Sempere.

No hay que olvidar otros conventos y ermitas diseminados por la localidad, como el Convento-Monasterio de Montserrat, el Convento de la Inmaculada o de San Buenaventura, la Ermita de Nuestra Señora de la Salud (Patrona de Onil) o la Ermita de Santa Ana.

Por otro lado, el Pouet de la Neu, nevero enclavado en la parte más alta del Casco Histórico, es una muestra de las obras arquitectónicas tradicionales e históricas que se construyeron durante los siglos XVII y XVIII en la Comunidad Valenciana para el almacenamiento de la nieve; o el Refugio Antiaéreo, utilizado como refugio antiaéreo militar para los trabajadores del campo de aviación y taller de aviones que existían en sus inmediaciones, siendo este enclave el último reducto militar en arriar la bandera republicana al finalizar la Guerra Civil Española.

El momento ideal para conocer toda la historia, fiesta y tradición del pueblo es Onil es Mostra, la feria de comercio y costumbres local cuyo objetivo es mostrar a todos los visitantes las costumbres, intereses, forma de vida, historia y esencia de la villa. El pasado mes de octubre se celebró la VII edición, que estuvo repleta de actividades para todos los públicos.     

Rutas de senderismo, escalada o bicicleta de montaña

Asimismo, Onil se sitúa en un enclave formidable para realizar actividades de turismo activo y de naturaleza, pues la localidad se encuentra enclavada en las estribaciones de la Sierra de Mariola en un entorno privilegiado para disfrutar realizando rutas de senderismo, escalada, bicicleta de montaña o divirtiéndote en el área recreativa Santa Ana, enclave natural con una amplia zona para el ocio y esparcimiento, donde en la misma ubicación, se sitúa la Casa Tápena, con cuatro zonas naturales para recorrer además del divertido laberinto natural de cipreses.

Turismo activo y de naturaleza

Por su parte, la gastronomía colivenca también es excelente, gracias al aceite de Oliva Virgen Extra de Onil, con más de 500 años de historia y tradición, galardonado por el Consejo Valenciano de Cultura en mayo de 2008 con la Medalla de Plata, debido a su aportación a la tradición artesana; el Primer Premio Córdoba del Club Gourmet y el Segundo Premio en el ESAO Awards (Escuela Superior del Aceite de Oliva) en 2018, oro líquido que riega los sabrosos guisos como los gazpachos de la montaña, con carne de caza y pebrella, el arroz con conejo, la borreta o les coquetes fregides.

Igualmente, la variedad de aceituna para adobar «del Cuquillo», que se adereza con hierbas aromáticas de la Sierra de Onil, es muy apreciada como condimento en las ensaladas o como acompañamiento en los platos previos a las comidas.

Motivos suficientes para vivir una experiencia hecha en Onil, con garantía de felicidad.