Así lo anunció hoy el conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, en una rueda de prensa celebrada en el Parque Natural de La Mata-Torrevieja.

González Pons indicó que la orden de suspensión se mantendrá "en tanto no se presenten las justificaciones inexcusables de ubicación" de la planta desalinizadora en el ámbito donde se realiza la actuación objeto del expediente sancionador, medida que ha sido remitida esta misma mañana a ACUAMED.

En caso contrario, anunció, "se procederá de forma subsidiaria a la reparación del daño causado a su costa, que consistirá en el precintado de las obras, pudiendo llevar aparejada la retirada de la maquinaria existente, así como la restauración de las parcelas afectadas por los movimientos de tierras al estado anterior a la iniciación de las obras".

La empresa estatal Acuamed no tiene otra alternativa jurídica que acatar la resolución, según González Pons.

De no parar las obras ´motu proprio´, la Generalitat acudirá al juez para que ordene su paralización y al fiscal por presunto delito contra el medio ambiente, subrayó el conseller.

"El Consell paraliza la desalinizadora porque el Ministerio de Medio Ambiente ha incumplido la legalidad vigente", indicó González Pons, quien expuso que "la ministra Cristina Narbona será la responsable de las decisiones políticas que adopta, pero la obligación del Consell es paralizar el proyecto, tal como haríamos si la iniciativa la hubiera presentado una empresa privada".

El conseller de Territorio y Vivienda sostuvo que el Ministerio ha comenzado las obras de la desalinizadora en el área de predominio agrícola A del Parque Natural de las Lagunas de La Mata-Torrevieja "sin la autorización previa y vinculante de la Conselleria de Territorio y Vivienda".

"Se trata de una zona de gran valor ambiental porque de su protección depende el equilibrio ecológico del parque natural", agregó.

El Ministerio de Medio Ambiente sólo podría implantar en esta zona de protección A la desalinizadora si justificase que no existe ningún otro lugar para poder acometer el proyecto, dijo el conseller.

"Y no es el caso, porque existen otros muchos lugares donde implantarla, y no precisamente en el área de protección de un parque natural", señaló.

"El proyecto de ampliación de la desalinizadora de Torrevieja no cuenta con declaración de impacto ambiental favorable, tampoco la estación eléctrica que alimentaría la planta, y el vertido de salmuera se realizaría directamente sobre la zona LIC de Cabo Roig, que contiene, entre otras, el hábitat prioritario de las praderas de poseidonia", agregó.

Asimismo, según el conseller, "la desalinizadora supondría la construcción de 22 kilómetros de tubería para la conducción de la salmuera y de otros 11 productos químicos como lejía y ácido sulfúrico, que arrasarían las praderas de poseidonia".

En su opinión, la ministra Narbona "debería explicar por qué se ha empecinado en construir la desalinizadora destinada a uso agrícola más grande del mundo en Torrevieja, y precisamente en la zona de protección de un parque natural".

"Por sus dimensiones, la desalinizadora arruinaría el futuro turístico del municipio de Torrevieja, al ubicarse cerca del puerto y del propio municipio, con los consiguientes impactos de humos, tuberías, ruidos y contaminación atmosférica", remarcó González Pons, quien agregó: "Nunca pondré una bomba ecológica en la provincia de Alicante".