Mariano y Laura, padres de Gabriel, que el jueves cumplió su primer año de vida, viven en Barcelona, donde existe desde hace años una unidad de parálisis braquial para reparar lesiones como la causada a su hijo en el parto. "Nos decían que la lista de espera era de dos años y esta patología es conveniente operar en el tercer mes de vida y nos quisieron llevar a operarle por la vía privada por unos doce mil euros", apunta el padre, que, en su lugar, contactó en internet con un foro de familias afectadas gracias al cual localizó la unidad de Alicante.

"Solicitamos la derivación a Alicante y apenas lo vio, en una semana le operó sin dudar, con 4 meses. Para nosotros fue una bendición y ya no tenemos la preocupación de que quedara minusválido. Ahora Gabriel tiene el brazo integrado, lo mueve, coge cosas, gatea, está empezando a andar y se puede agarrar, está yendo todo muy bien", apunta la familia, que viaja cada tres meses a Alicante para las revisiones "y son 600 kilómetros que hacemos muy a gusto. Si lo hubiéramos tenido que llevar a China, lo haríamos".