Como personaje ilustre que fue, Antonio Rico Cabot, más conocido como el doctor Rico, dejó ayer su vieja tumba sumida en el olvido para pasar a descansar en el Jardí del Silenci del cementerio municipal. Un lugar impulsado por el Ayuntamiento en el que ya descansan los restos del fundador de las Hogueras, José María Py y el investigador y cronista Francisco Figueras Pacheco, que fueron trasladados allí en 2009.

Con este gesto, se homenajeó a la figura del doctor Rico, que desde que murió en 1927 ocupaba una tumba perdida en el camposanto. Sus restos corrían el riesgo de terminar en el osario general cuando venciese el plazo de la propiedad, pues no tiene descendientes directos.

"Ochenta y cuatro años después de fallecer de una angina de pecho, sus restos han salido del anonimato", señalan desde la asociación Alicante Vivo, que solicitó al Ayuntamiento que se le trasladará a Jardí del Silenci y localizó hace dos años la tumba del doctor Rico. Además de sus facetas "como médico benefactor, político consecuente, pedagógo, fundador del Orfeón de Alicante y promotor de la primera biblioteca pública de Alicante", desde esta agrupación destacan su empeño en dignificar y reforestar el Castillo de San Fernando y su entorno. "Ahora sus restos descansan en un pinar, como los que repobló su monte, el Tossal", indica el presidente del colectivo, Juanjo Amores.

Ayer, operarios del cementerio, procedieron a sacar los restos de la tumba que ocupaba el doctor Rico en el cuadrante 9 del camposanto. Desde las ocho de la mañana y hasta las dos de la tarde excavaron la tierra hasta dar con sus huesos, ubicados a más de dos metros de profundidad.

Los restos fueron extraídos poco a poco y depositados en una caja de color marrón. Al igual que cuando fue en terrado en 1927 "hemos respetado su deseo" de no poner ningún símbolo religioso al depositar la caja en el jardín de ilustres. Únicamente se ha depositado en la caja una bandera republicana sin escudo, como cando fue enterrado hace 84 años, pero de la que no quedaba rastro en su vieja sepultura.