"La crisis en los países ricos les está haciendo olvidar a los países pobres"

Tras años al frente de Médicos sin Fronteras en España, Rafael Vila, que participa en una de las mesas redondas de la apertura del curso de formación de jóvenes cooperantes. busca ahora, desde el Instituto de Salud Global, ISGLOBAL, de Barcelona seguir mejorando la salud en un mundo que, a falta de políticas globales, sigue dependiendo de la cooperación para dar esperanza a millones de personas.

¿Qué es Isglobal?

Es un instituto nuevo que surge de una fusión entre lo público y lo privado que quiere ser centro de referencia mundial en salud partiendo de la investigación pero con un ámbito multidisciplinar teniendo en cuenta la política, la sociología o la economía a la hora de abordar la salud global.

Usted dirige el laboratorio de ideas del instituto, pero ¿hay medios económicos para hacer realidad esas ideas?

En las últimas décadas se ha hecho un esfuerzo considerable y se ha destinado mucho dinero a mejorar la salud pero ahora ha llegado la crisis y por ejemplo en España estamos reduciendo esa inversión mientras que en Inglaterra no se ha recortado en cooperación. Hace falta una reflexión profunda y buscar soluciones globales a problemas globales.

¿Teme un retroceso en la calidad sanitaria de países como España debido a la crisis?

Me preocupa que pueda darse un desfase entre un sistema de salud pública para unos y privada para otros. Hay que apostar por un modelo igualitario.

Ahora estamos ante otra hambruna en Somalia. ¿Vamos para atrás?

Se han dado pasos pero es insuficiente. Cinco sextas partes del mundo viven fuera de la despensa y con sus necesidades básicas lejos de ser atendidas. Si no, no habría casos como el de Somalia con 28 años sin gobierno. Allí no hay escuelas ni centros de salud ni transportes y mandan los señores de la guerra. Hace falta un plan global

¿La crisis en Europa y en EE UU nos hace mirar hacia otro lado?

Sí, hay menos dinero para alimentos, para salud, para buscar recursos y si la gente apenas entiende los recortes en su país, menos entiende que haya que ayudar fuera. La crisis de los países ricos está haciendo olvidar a los pobres. Estamos muy lejos de cumplir los objetivos del Milenio pero, sin embargo, hay una masa global cada día más crítica que cree que hace falta apostar por la cooperación porque sigue siendo la fórmula más real que tenemos y de la que dependen millones de personas.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos de a pie?

Concienciarse e informarse y darse cuenta de que formamos parte del 20 por ciento del mundo privilegiado. No hay espacio en este mundo para dos realidades tan diferentes.