Después de doce años de abandono, los vecinos de Alicante por fin pueden volver a entrar en uno de los edificios más queridos de la ciudad, el de la sede de Correos en la plaza de Gabriel Miró.

El inmueble abrió ayer sus puertas tras la profunda remodelación de tres años que le ha devuelto todo su esplendor. De momento, Correos "ha trasladado los servicios de atención al público" y progresivamente "se irán instalando en el inmueble la unidad de reparto y el resto de servicios burocráticos de la entidad", señalan fuentes de la empresa. La apertura de la sede de Gabriel Miró "supone el cierre de las dependencias de la calle Alemania y de Marqués de Molins".

Las nuevas dependencias disponen de ocho puestos de atención al público y 504 apartados postales para particulares y empresas. El horario de funcionamiento de las nuevas instalaciones es de 8.30 a 20.30 horas, de lunes a viernes, y los sábados de 9.30 a 14.30 horas.

En la remodelación del edificio de Correos se han invertido cinco millones de euros para recuperar la fachada original de 1920 del arquitecto Luis Ferrero, modificada tras la Guerra Civil, y crear un interior completamente nuevo, diáfano y muy luminoso. Entre los elementos originales de los años 20 que se han recuperado destacan los arcos y la terraza del piso superior y el emblemático cartel de mosaicos con las palabras "Correos y telégrafos", junto a los escudos de Alicante y la Comunidad Valenciana.

Los vecinos que ayer se acercaban a hacer sus gestiones se sorprendían del resultado de las obras. "Es muy amplio y con mucha luz, nada que ver con el antiguo edificio, que era oscuro y muy viejo", señalaba María A. nada más salir de Correos. La apertura de la nueva sede ha cogido, no obstante, por sorpresa a muchos usuarios, por lo que la jornada de ayer fue relativamente tranquila, con poco trasiego de público.

Correos abandonó en 1999 la que había sido su sede durante 80 años. Los siguientes diez años supusieron un vía crucis de abandono y desidia para este emblemático edificio. Durante este tiempo se barajaron varios proyectos para el inmueble, entre ellos una sede de la Universidad de Alicante, que no llegaron a buen puerto. Finalmente, Correos decidió recuperar el edificio para la ciudad de Alicante.

Desde la empresa indicaron ayer que en las nuevas oficinas, "además de remitir una carta, un paquete o enviar un giro", los clientes "también podrán contratar servicios bancarios "pagar facturas de algunos suministros básicos, enviar dinero en minutos a más de 190 países o disponer de los servicios de telecomunicaciones".

CENTRO HISTÓRICO

El impulso definitivo para una zona que ha recuperado su identidad

Los vecinos y comerciantes de la zona confían en que la apertura de la sede de Correos en la plaza de Gabriel Miró suponga el impulso definitivo para la recuperación de este enclave del centro de la ciudad. Y es que en menos de cinco años la plaza ha vivido un profundo cambio de imagen gracias, sobre todo, a la apuesta de los empresarios.

La plaza se ha ido llenando de comercios, bares y restaurantes que vuelven a atraer a la gente hasta este rincón de la ciudad. También el Colegio de Arquitectos de la provincia de Alicante apostó hace unos años por recuperar uno de los edificios históricos de la plaza y destinarlo a su sede. Con todo, los vecinos todavía piden más presencia policial para controlar las zonas adyacentes a la plaza, donde se ejerce la prostitución, pese a que escasos metros hace pocos años que abrió una comisaría de policía.