Los más pequeños del barrio de Altozano tomaron ayer las riendas de la fiesta con una espectacular Embajada infantil que congregó a numerosos festeros y público. Los niños, de entre dos y catorce años, fascinaron a los asistentes con sus embajadas mora y cristina y con el manejo de sus espadas y escudos, para lo que llevan meses ensayando. También hubo truenos, aunque con bombetas y no con arcabuces.

Tras las embajadas infantiles, los adultos tomaron el relevo, con la celebración de la Embajada Cristiana con la que el bando de la cruz reconquistó Altozano.

Ya por la noche, la vistosidad de la Entrada Mora, llenó de colorido las calles del barrio. La abanderada de las fiestas y su boato abrieron el desfile del bando moro. Posteriormente, salieron a desfilar los festeros cristianos.

Al término del desfile, representantes de todas las comparsas celebraron la Alborada en honor a su patrona, la Virgen de la Asunción. La imagen salió de la Iglesia de San Pablo y, tras tocar el himno, se lanzaron salvas con arcabucería.

Hoy, la procesión y ofrenda floral en honor a la Virgen pondrán el broche a los días grandes de las fiestas de Moros y Cristianos. Al finalizar se lanzarán un castillo de fuegos artificiales.