Era el presidente de La Goteta y con la fusión se ha quedado de vicepresidente...

Y estoy encantado. Es algo que no me importa, intento apoyar en todo lo que el presidente quiere, porque lo único que le hemos dado con la fusión es más faena.

¿Cómo fue su experiencia en La Goteta?

Fui presidente durante 12 años (en la foto aparece junto a José Ángel Llorca, primer presidente que tuvo la comisión), y tuve momentos buenísimos y otros horrorosos, pero compensa. Tampoco he sido un presidente al uso, intenté ser democrático y que entre todos los festeros lleváramos la presidencia, como hace ahora Albert Poveda, que tampoco es de ordeno y mando, todo lo hace con consenso. En realidad me siento copresidente.

¿Se sienten ya una sola hoguera?

Somos ya solo una. Hasta principios de 2012 teníamos aún la contabilidad separada y la gente decía que éramos de hogueras diferentes pero ya está todo integrado. El primer año fue de convivencia y el segundo de fusión, y va bastante mejor de lo esperado. Nos juntamos dos hogueras en principio parecidas, sumamos calidad y trabajo, y es satisfactorio. Nos hemos compenetrado muy bien y nadie ha puesto ninguna queja ni impedimento, ni se ha sentido desplazado.

¿La fusión de comisiones es el futuro?

Es la única solución, y las hogueras que aún no se deciden no saben la cantidad de ventajas que tiene. De entrada, las cuotas son más baratas y, algo importantísimo, no somos solo diez o quince, y no nos sentimos solos. Será para siempre y ya no concebimos separarnos porque la convivencia con más gente es mucho mejor para desfilar y para todo.