La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, rompió ayer su silencio en torno a la remodelación de la plaza del doctor Balmis, asegurando que el polémico proyecto era necesario para conseguir el objetivo: rehabilitar la zona. «El problema no era la plaza, sino el ambiente que se había creado, que no era agradable. No se puede contentar a todos, pero las cosas hay que hacerlas con sensatez para conseguir el objetivo: rehabilitar la zona», señaló Castedo, que también aludió a la reciente regeneración de la calle San Francisco, con la peatonalización y la tematización con las setas.

La alcaldesa se preguntó en voz alta sobre el ambiente que se respiraba en los últimos años en el epicentro de las polémicas obras, que han acabado con los bancos de inspiración modernista. «¿Tengo que decir yo lo que había en la plaza de Balmis? ¿A cuánta gente habéis visto sentada en los últimos años? Yo no recuerdo ni una sola vez a nadie, ni por la mañana, ni por la tarde», añadió Castedo, que visiblemente molesta por las opiniones críticas con el proyecto de remodelación de Balmis, subrayó: «Muchos alicantinos llevarán años sin pasar por la plaza, y con razón».

Por otro lado, la regidora popular censuró que los contrarios a la rehabilitación de la calle San Francisco hayan estado «callados» durante mucho tiempo. «¡Qué lástima que esas voces no se oyeran cuando lo que había era prostitución y daba miedo pasar por esa calle! No creo que aquellas fueran mejores señas de identidad que las actuales», dijo la alcaldesa, quien se mostró satisfecha con el resultado de las obras.