«¿No decían que habían desconvocado la huelga? Pues no se nota nada», gritaba indignada una vecina de Carolinas desde las ventanas de su primer piso de la calle Góngora, las que apenas abre desde hace una semana por el olor que emana de la basura de los contenedores que tiene debajo y que ayer, a la una de la tarde, seguían rodeados de desperdicios desparramados por la acera pese a que el conflicto había finalizado 12 horas antes. Debajo, los trabajadores del restaurante Pak Kebap explicaron cómo de madrugada habían visto pasar varios camiones de la basura escoltados por la Policía Local sin que pararan. «Aquí no se nota nada; al contrario, el viento lo extiende todo más», añadieron tras relatar cómo salen cucarachas de la basura cada vez más grandes, «como las que hay en mayo y en junio». Durante el paro, los camareros aprovechaban la noche para mover unos metros la basura que se concentraba frente al establecimiento. También tuvieron que levantar la terraza. «¿Cuántos días va a seguir esto así?, se preguntan. El repartidor de butano indicó que, de todo Carolinas, sólo habían recogido algo en Padre Esplá, pero el resto de calles seguía igual. La basura continuaba también junto a la guardería de la calle Jávea y los padres se plantean denunciar.

«En los barrios no se nota el fin de la huelga, en el centro algo más», señaló en la calle San Mateo un alicantino que venía andando desde la Rambla. A las 14.30 apenas quedaban restos en torno a los contenedores de esta avenida. También habían limpiado Alfonso el Sabio. A su juicio, «el Ayuntamiento ha tenido una actitud penosa, a favor del patrón y en contra de los trabajadores, contratando esquiroles». Otra alicantina dijo que «durante los servicios mínimos hubo zonas de primera y de segunda. Ahora, en la limpieza, también».

Un trabajador de barrido señaló que quienes salieron ayer «nos hemos volcado en el vaciado de papeleras y si sobraba tiempo, recogíamos algo más. Hay ya contenedores vacíos, pero todo lo que está por el suelo hay que quitarlo a mano. Pese a las quejas, no sabemos cuánto tardaremos. Ofrecimos a la empresa recogerlo todo en 48 horas a cambio de que nos pagase los días de huelga, pero lo ha rechazado». Pese a la escasamente visible presencia de brigadas, UTE Alicante preveía sacar de las calles ayer un millón de kilos, de los casi dos millones acumulados en la calle, para tener Alicante limpia en dos días y medio.