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La noche pierde vida en Alicante

Las zonas más castigadas son el casco antiguo, la zona del Golf en playa de San Juan y Panoramis

La zona de pubs de Golf en la playa de San Juan ha cerrado gran parte de sus locales. HÉCTOR FUENTES

Tomarte un cuba-litro por 3,5 euros en un pub del casco antiguo de Alicante a las 3 de la madrugada, o practicar el botellón en un local bien acondicionado, previo pago de la entrada, y lejos de la presión de la Policía Local. Dos situaciones impensables hace cinco años, pero que la crisis ha impulsado en la ciudad de Alicante desde 2005, en la que la falta de clientes amenaza con acabar con una actividad íntimamente ligada al sector turístico, como recuerdan Lalo Díez y Juan Martínez Tercero, presidente de la asociación de locales de ocio de Alicante y vicepresidente de la asociación española de discotecas, respectivamente. «¿Qué destino turístico puede concebirse sin la noche?», se preguntan.

En los últimos seis años ha echado el cierre el 40% de las discotecas de la provincia, varias zonas de ocio de la ciudad de Alicante están muertas y los precios se han reducido a la mitad, lo que repercute directamente en un sector que sólo en la capital de la provincia mantiene 900 empleos directos en los 300 locales que mantienen el tipo. Atrás quedaron los tiempos en los que el casco antiguo, el popular Barrio, contaba con 90 pubs abiertos a diario. Hoy quedan unos sesenta y la mayoría abren sólo los fines de semana con cajas que, en el mejor de los casos, alcanzan los 300 euros noche, un 70% menos que los mil euros o más que se lograban en 2005.

«Lo primero que quitamos cuando hay crisis es el ocio. No cuestiono para nada que hayan surgido otras modas pero somos el único país de Europa donde las copas soportan un IVA del 21% desde septiembre de 2012, y no sólo las copas. Unas palomitas en el cine tienen un impuesto del 10%, si te las tomas en la discoteca el 21%. Insostenible», lamenta Martínez Tercero.

La crisis, el «tardeo» y la subida del IVA a los refrescos ha provocado, por otro lado, una caída del 53% el consumo en los locales de ocio nocturno de Alicante. Los empresarios denuncian discriminación con bares y restaurantes, pues mientras a éstos les aplican el 10% de IVA, a pubs y discotecas el 21%. Por ello, los hosteleros especializados en ocio nocturno reclaman al Gobierno que el cambio progresivo del IVA cultural también se aplique a pubs y discotecas por su difusión de la música, defiende la Plataforma Salvemos la Música y la Noche.

La crisis ha machacado a la clase media, que es la que más ha reducido el consumo, recuerda Lalo Díez. Y encima, ahora, a parte del «tardeo» se está poniendo de moda solicitar la licencia de «salón lunch». Restaurantes que solicitan licencia para cerrar a las 2.30 horas, una hora más tarde de lo habitual, lo que les permite servir copas con una carga de IVA del 10%. Quizá tres soportales más adelante de la puerta del local, el mismo «gintonic» está gravado con el 21% del IVA. La situación comienza a ser insostenible, según sostiene Díez, portavoz de los hosteleros de la noche alicantina. «Vivimos un momento crítico porque los costes no han dejado de subir, los impuestos nos machacan y la crisis ha retirado de la calle a la clase media, que era la que más consumía, y ahora es la que más sufre los efectos de la recesión. Y los pocos que salen gastan mucho menos. Antes, un viernes un pub de Alicante podía cerrar perfectamente con una caja de mil euros. Ahora, si logra 300 euros puede celebrarlo. Eso un fín de semana, pero hasta el jueves apenas hay clientes».

Los responsables de pubs y discotecas -locales en los que cualquier consumición soporta un IVA del 21%- han bajado los precios a la mitad, y ahora mismo los seis/ocho euros que costaba un «cubata» son historia, y por 3,5 o 4 euros se puede disfrutar de un buen «gintonic» en cualquier pub de Alicante o el resto de la provincia. En concreto, en zonas turísticas como Benidorm, los hoteles ofrecen también promociones para captar a sus propios clientes y que, tras la cena, se queden en las fiestas organizadas donde las copas no entran en el precio pactado por la estancia. Promociones que, por otro lado, han devuelto a las calles de Alicante la figura del relaciones públicas, que entrega cupones con descuentos para atraer clientela a pubs y discotecas. «Algo que nunca se había vivido en Alicante. Ahora vas por la calle y recibes todo tipo de publicidad», subraya Diez.

En Alicante, las zonas más afectadas por el derrumbe del consumo son el casco antiguo, la zona que surgió en la playa de San Juan tras la construcción del campo de golf y el Panoramis, donde ahora mismo sólo hay abierto un pub.

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