Acceso restringido al Paraninfo de la Universidad mediante un chip óptico personal e intransferible que en ningún caso se sustituirá si se pierde; prohibición expresa de captar imágenes o sonidos en el transcurso de las clases, así como el uso del móvil o de cualquier otro dispositivo; y el estricto cumplimiento de la norma Chatman House, que exige el anonimato más absoluto sobre las ideas y conceptos que se divulguen y expongan, son algunas de las excepcionales medidas adoptadas en el campus estos días, convertido en capital mundial de la Seguridad e Inteligencia con la impartición de unos cursos especializados en yihadismo y demandados desde los cinco continentes.
Son normas muy estrictas pero esenciales, como explica el director y experto mundial en la lucha contra el terrorismo, José J. Sanmartín, para propiciar la libertad de expresión sobre temas que implican datos delicados sobre la seguridad internacional.
Los ponentes, de altísima altura, pertenecen a la armada militar italiana, la diplomacia cubana, los servicios de información franceses, especialistas criminólogos del mundo árabe e islámico, estrategas rumanos en misiones de alto riesgo frente a las amenazas terroristas, coroneles de aviación y ex consejeros de embajadas, así como especialistas en investigación de la armada estadounidense. «Todos ellos tienen una sólida experiencia profesional en materia de seguridad e inteligencia y abordan temas que, además, dominan por su cultura», añade Sanmartín.
Demanda
El curso operativo sobre seguridad e inteligencia se ha celebrado este fin de semana, y hoy concluyen las sesiones del que aborda los servicios de inteligencia y la seguridad internacional, en sesiones maratonianas desde las 8:00 de la mañana a las 14:00 horas y de 16:00 a 21:00 horas.
De Marruecos a Canadá, pasando por India, China, Argentina o Australia, los asistentes a estos cursos proceden de los cinco continentes y su calidad es tan elevada que, a su vez, constituyen una cantera ideal de profesorado para participar como ponentes en sucesivas convocatorias. Las 547 plazas disponibles en esta ocasión han resultado más que insuficientes para una demanda que ha superado las 2.000 solicitudes, afirma el director.
El coste del curso, entre 60 y 70 euros las cinco sesiones de mañana y tarde completas, resulta bastante más económico que lo que gasta el alumnado en viajar hasta Alicante, así como la estancia en hoteles una semana.
