Hoy concluye su paso por la Alcaldía de Alicante. ¿Cómo valora esa etapa de apenas cinco meses?

Nunca en la vida imaginé llegar a ser alcalde. Entré con algún reparo, con miedo porque no sabía lo que me iba a encontrar en la Alcaldía. En poco tiempo empezó a gustarme, vi que había muchas cosas que hacer por Alicante. Y a partir de ahí tomé decisiones, oyendo siempre a todos los técnicos. Siempre he intentado que el sentido común haya sido el predominante durante estos meses. He intentado abrir las puertas de la Alcaldía. Por aquí han pasado más de 1.300 personas en este tiempo, esto parecía el Metro de Londres. Estoy orgulloso de haber buscado el consenso con todos, incluso con los miembros de la oposición, a la que pedí que bajara el nivel de tensión para dejar de ser, en negativo, una referencia nacional. Lo conseguimos, por lo que tengo que dar las gracias.

¿De qué se siente más orgulloso de su tiempo en el cargo?

Había cosas que eran impensables que se pudieran consensuar. Estoy muy satisfecho de la retirada del PGOU, un plan que después de nueve años ya no había por donde cogerlo. El asunto de Ikea me cayó encima, no me esperaba que un tema de ese calado se tuviera que hacer tan rápido, antes de las elecciones. Me siento orgulloso de no prorrogar contratas porque sabemos que cuando se haga el nuevo concurso saldrán en mejores condiciones para Alicante. No hemos estado en contra de ninguna empresa, sino que queremos lo mejor para la ciudad. También estoy orgulloso de que en la Junta de Portavoces nos hemos reunido siempre que han querido. Todos han entrado y han salido de mi despacho cuando han querido. Para el tiempo que hemos tenido, hemos intentado hacerlo lo mejor posible. La Marjal también ha sido un gran proyecto, aunque se inició en la época anterior, yo solo he puesto mi granito de arena. Alicante está bonita, aunque siempre se puede mejorar. Lo hecho por el PP es importante para Alicante. Desde la oposición, que yo la conozco, seguiré trabajando para que se hagan más cosas a través de mociones y en consenso con los demás.

¿Y más decepcionado de...?

No haber podido negociar con Ikea y los comerciantes para llegar a acuerdos. Pero Ikea no ha querido. Y un tema pendiente, que continuaré desde la oposición, será terminar de restaurar la Fábrica de Tabacos. Esta sala cultural se convertirá en una de las más grandes e importantes de España. Espero desde la oposición hablar con el alcalde, seguro que queremos lo mejor.

Usted llegó a la Alcaldía para poner «paz» en un irrespirable ambiente de tensión. ¿En qué ha cambiado el Ayuntamiento desde que usted tomó el poder?

Creo que he conseguido poner paz [sonríe]. Desde el primer día pedí a todos que se respetasen las formas y a las personas en los plenos. Lo comprendieron todos los partidos, que me dieron una alegría el último día cuando aceptaron mi propuesta de irnos a comer todos juntos como despedida. Estuvimos todos, no faltó nadie.

Todos destacan de usted su capacidad de diálogo. Ante tal unanimidad, ¿en qué lugar quedan sus dos antecesores en el cargo, Díaz Alperi y Sonia Castedo?

Cada persona es diferente, pero es cierto que yo tengo cierta obsesión por el consenso, por el diálogo... Es cierto que con la bajada de tensión en los plenos, todos estamos mucho más cómodos.

¿Cómo vivió, desde el equipo de gobierno, los supuestos casos de corrupción que han salpicado al PP, sobre todo aquellos con Castedo de protagonista?

Hubo un tiempo en el que acabábamos el pleno e íbamos directos a la televisión a ver qué contaban los canales nacionales. Yo estaba bastante incómodo en esa última época de Castedo, creo que todos contribuimos a que se nos fuera la situación de las manos.

El PP ha perdido en estas elecciones en la ciudad de Alicante la mitad de los votos, pasando del 52% al 26%. ¿Qué han hecho mal, al margen de ese componente existente de castigo nacional?

El ciudadano es soberano. Es más inteligente de lo que a veces pensamos. Ellos no se equivocan. Estoy seguro de que algo habremos hecho mal. Es cierto que hemos ganado las elecciones, pero no lo suficiente para tener mayoría absoluta. El partido tiene que regenerarse para devolver la ilusión a nuestros votantes. Ellos están ahí, pero muchos no fueron a votar.

¿Qué ha pasado entonces...?

Veinte años son muchos años, siempre desgasta. Es difícil gobernar sin dinero. Ahora, los que entren tendrán un superávit de unos diez millones de euros. Hemos conseguido sanear las cuentas.

¿La tensión en el Ayuntamiento en la última etapa de Castedo ha pasado factura o sólo las políticas y los años en el gobierno?

Todo se nota. Nos ha faltado explicar las políticas económicas. Los casos de corrupción también nos han pasado factura en las urnas, y otras cuestiones como la posición frente al aborto. En general, el PP dejó de ilusionar a muchos de sus votantes. El partido está ahora en posición para retomar el vuelo.

Si Castedo hubiera dimitido antes y no se hubiera enrocado en la Alcaldía pese a sus imputaciones, ¿cree que los resultados del PP habrían sido algo mejores?

Hablar en condicional es difícil. Lo que está claro es que nos han faltado unos meses más para tranquilizar las cosas en la ciudad y llevar adelante más proyectos. Ella hizo lo que creyó conveniente. Castedo es una persona muy válida, pero hubo un momento en el que se sintió muy presionada, y por ello en los últimos meses estaba muy nerviosa y nosotros también. Ese ambiente no ayuda. Pero Castedo ha hecho cosas muy buenas. Fue la primera alcaldesa y ojalá tuviéramos ahora esos 18 concejales.

Miembros del PP, tras el 24-M, centraron sus críticas en la elección de Sánchez Zaplana como alcaldable. ¿Cómo ha visto usted su papel como candidata?

A toro pasado es fácil hablar y decir que se podía haber hecho mejor. Suni era una buena candidata, la conozco desde hacer muchos años y siempre ha trabajado muy bien en cuestiones sociales. Yo respeto la lista que hizo.

Valor estuvo en las quinielas hasta última hora con el aval de su etapa como alcalde y de ser un hombre de consenso. ¿En qué habría variado la campaña con usted al frente? ¿Cree que los resultados hubieran sido los mismos?

Somos personas de carácter distinto. Ella es más sensata, yo más lanzado. Yo habría hecho una campaña más en la calle. Ella, en cambio, me mejora en cualidades: habla mejor, tiene mejor presencia, es más joven? Yo tengo otras, como la veteranía. Pero yo estoy orgulloso de haber estado en su lista.

Otras voces aseguran que la exclusión de algunos concejales de la candidatura también ha pasado factura a la hora del resultado. ¿Está de acuerdo?

Hay gente muy válida que no ha estado en la lista, como Andrés Llorens, una figura imprescindible dentro del colectivo de fiestas...

Pero Llorens no podía estar...

Pero podía haber ido alguien de la Federación de Hogueras apadrinado por él. Nunca sabremos el resultado si esas personas hubieran ido en la lista. Pero cabían unos 15 y éramos 45. Ése es el problema del PP, que tiene una cantera para hacer tres listas a la vez.

Ciudadanos ha hablado de exigir Primarias para avalar al PP en algunos gobiernos. ¿Cree que el PP debe dar ya ese paso?

Yo siempre he pedido las primarias, pero nunca nadie me han hecho caso. Seguro que a partir de ahora se harán en el PP.

También se dirigen las críticas hacia Luis Barcala por el diseño de una campaña de -critican- «bajo nivel». ¿Cómo cree que ha influido en el resultado electoral?

Luis es un hombre lanzado, que ha hecho la campaña que ha creído conveniente. La campaña en el PP, como en el resto de partidos, no ha sido como las de antes, todos han aflojado un poco, no teníamos dinero ni medios. Pero ha habido gente que se ha dejado el alma.

Usted ha sido una de las personas más críticas con los resultados del PP en Alicante, mientras algunos se han llegado a escudar en que el partido ha sido el más votado en las urnas. ¿Ha faltado autocrítica en su formación?

Hay que dar siempre la cara. El ciudadano nunca se equivoca. Si hemos perdido votos es porque lo hemos hecho mal. Ganar en votos no es excusa, hay que buscar los errores cometidos para volver a conseguir mayorías absolutas.

¿Ha echado de menos alguna dimisión en el PP de Alicante?

Sí, se han echado de menos, pero cada uno reacciona de forma diferente ante el mismo resultado. De todas formas, Fabra, Císcar y Barcala han pedido perdón. Una vez admitido que no lo hemos hecho bien, hay que volver a trabajar para ilusionar al electorado y que vuelvan a votarnos. Estoy convencido de que a muchos de ellos les sabe mal el resultado, con el tripartito.

A nivel personal, ¿se plantea cumplir la legislatura como concejal? Va a resultar extraño ver a un exalcalde en la oposición?

Nunca hablo de jubilación. No sé estar parado. Yo he estado en la oposición y tampoco se vive tan mal. ¿Cumplir el mandato? Siempre cumplo, nunca he dimitido.

Si se queda sin libre disposición. ¿También seguirá?

No es una cuestión que me importe. En los primeros doce años, la política era mi hobbie, no cobraba de ella, trabajaba como inspector de seguros. Así que no sería nuevo para mí. A mí me gusta trabajar, mi lucha no será la libre disposición. Yo todos los meses llevaré a pleno mis mociones. Y seguro que alguna me aceptarán.

La decisión será del partido y parece que no hay hueco para usted. Pero, ¿le gustaría seguir como concejal en la oposición o marcharse a la Diputación?

Reconozco que en este momento, cuando el PP sólo tiene tres diputados por esta comarca, no es bueno para nadie que vayan dos personas de Alicante. Los pueblos deben tener también su representación. Yo cumpliré donde me pongan, pero asumo que será complicado volver a la Diputación.

Usted vivió en primera persona la disolución de la UCD. Salvando las distancias, ¿ve paralelismos y diferencias entre aquella época y la actual del PP?

Aquello fue más gordo que esto. En UCD teníamos 3.500 militantes y ahora tenemos 50.000. La base del PP es mucho más grande y el votante también es más fiel, aunque ahora estén algo enfadados con nosotros. Estoy convencido de que el PP ha tocado su suelo, ya no puede bajar más. Además, en lo económico, se nota la diferencia. Cuando gobierna el PSOE a nivel nacional hunde la economía. Luego llegamos nosotros, lo arreglamos y volvemos a salir del gobierno? Vamos siempre de fontaneros, arreglando lo que otros estropean.

¿La marcha precipitada de históricos dirigentes del PP -como Barberá o León de la Riva- no le recuerda demasiado a la etapa de desmoronamiento de UCD?

Aquello fue de golpe. Un día nos levantamos y ya no estábamos en el panorama político. Nos caímos, pero lo buscamos. Entre nosotros, estábamos todos divididos, cada cual hacía la guerra por su lado. Y nos faltaba una base sólida.

¿Piensa que, llamados por el poder, puede haber más desembarco de populares en otras formaciones, como Ciudadanos?

Ciudadanos ahora se enfrenta a otro problema, elegir con quién pacta. Y mucha gente que les ha votado, que eran del PP y les apoyaron por castigarnos, volverán al PP cuando vean que pactan con el PSOE. Eso, el votante del PP que ha apoyado a Ciudadanos, no se lo esperaba. A Podemos le pasará algo parecido con los votantes que le han llegado desde el PSOE.

¿Cómo se explica que Ciudadanos haya pasado de 0 a 6 concejales cuando hace apenas unos meses no tenía ni estructura?

La explicación la tienen los desencantados con el PP, es voto prestado. Es un partido estructurado, pero que ahora tiene que elegir.

Ahora al PP le toca transitar por una travesía del desierto...

Nosotros también hemos estado en la oposición: 12 años con Lassaletta y 4 con Ángel Luna. De esa época ya solo quedo yo.

Si le pidieran consejo, ¿cuáles serían sus líneas maestras a seguir como oposición al gobierno?

Trabajo, escuchar a los colectivos y una buena dirección de Suni [Sánchez Zaplana]? Con esa base, no habrá ningún problema para regresar al poder. Seguro que remontamos el vuelo si comprendemos al mensaje del electorado.

¿Pero su oposición nada tendrá que ver con la que hizo el PP con el PSOE en el gobierno?

Conociendo las formas de hacer de los demás partidos, no pintan bien las cosas para este mandato. Cada partido de izquierdas piensa de forma diferente, como con el tema de los veladores. Hemos visto que ya se critican antes de empezar. Nosotros tenemos que estar muy abiertos, volver a estar en la calle, con todos nuestros vecinos.

¿Cree que ha llegado al final del bipartidismo PP-PSOE?

Ambos partidos tienen su suelo electoral y en Alicante ambos estamos ahí. El PSOE va a ser alcalde con seis concejales. ¡Que Santa Lucía nos conserve la vista! A ellos, pero también a nosotros...

¿Piensa que va a ser una etapa complicada para Alicante?

Las mayorías son buenas para la ciudad. Ahora sí, lo vamos a debatir todo. Veremos si son ágiles o no.

¿A cuál de los líderes de la izquierda preferiría como alcalde?

Bellido es un hombre serio, que defiende el nacionalismo. Pavón trabaja mucho los plenos, es una persona muy ligada a la oposición, no sé cómo responderá en el gobierno. Echávarri se muestra más extrovertido, parece sensato. Creo que no es bueno el tripartito, pero es lo que la gente ha votado...

Destacados miembros de su partido no ocultan el «temor» por la llegada de la izquierda al gobierno después de veinte años de gobierno popular. ¿Y usted?

Si van a hacer lo que han dicho en campaña, es para tener miedo. Pero habrá que ver... Si aplican el programa que tienen, la cosa irá mal. Pero dudo que lo hagan.

¿Por qué?

Cuando la gente llega al gobierno se hace más conservadora.

Predicen muchos populares que este tripartito no durará mucho tiempo por «divergencias internas». ¿Qué piensa usted?

El aspecto que tienen ahora no es muy bueno. Si antes de empezar ya están discutiendo... malo. Las asambleas [de Guanyar] a mí me encantan, pero el resultado no suele ser bueno. Si para decidir todo hay que ir a la asamblea, malo. Imagino que cambiarán esa forma de hacer política en el gobierno.

¿Cree que si su capacidad de negociación la hubiera mantenido el PP a lo largo de sus 20 años de mandato, la ciudad hubiera desbloqueado algunos de sus varios problemas pendientes?

Seguro. Pero el problema de Alicante sólo ha sido el último año, cuando Sonia Castedo se sintió acosada por la oposición y eso se notó en el Ayuntamiento.

Repasando de forma rápida algunos de los asuntos mas polémicos... Hoy se acaba una nueva legislatura sin que se haya revisado el PGOU. ¿Cómo se explica?

Ha sido un tiempo de cambios urbanísticos. El PGOU quedó obsoleto en apenas unos años...

¿Qué futuro prevé para Ikea?

La izquierda debe estar de acuerdo en que Ikea traerá empleo.

¿Le ha faltado al PP mano izquierda para tratar los asuntos sociales en la ciudad?

No hemos tenido dinero para nada. Aunque a nivel nacional nos hemos descuidado un poco.

¿Ve acertado que se proponga el rescate de contratas públicas?

No, hay que hacer que todas las empresas tengan las mismas oportunidades, pero no remunicipalizar. A lo mejor con el cementerio, que es una contrata pequeña...

Los vecinos se quejan de que la ciudad está muy sucia. ¿Está de acuerdo? ¿El Ayuntamiento ha podido hacer algo más?

No teníamos dinero. Si le rebajas un montón de dinero al contratista, él te rebaja el servicio.

Y el tardeo, ¿lo ve como oportunidad o como un problema?

Es difícil llegar a un acuerdo entre hosteleros y vecinos. Si se cogen las ordenanzas al pie de la letra se soluciona el problema, con más policía que mida el ruido. Ya se hacía, pero hay que hacerlo más.