Licitan la conexión de la desaladora de Mutxamel con el embalse del Amadorio

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha iniciado el periodo de información pública de la expropiación forzosa que llevará a cabo con motivo de las obras de emergencia para la reparación de la conducción Rabasa-Fenollar-Amadorio.

Estas obras se han dividido en cinco lotes, de los cuales cuatro de ellos se centran en la reparación mediante el desdoblamiento de varios tramos de la conducción debido a que el estado actual en que se encuentra esta conducción "no permite asegurar su funcionamiento", que se considera "imprescindible" para atender las necesidades de abastecimiento a la población de la Marina Baixa, según figura en el anuncio publicado hoy en el Boletín Oficial de la Provincia (BOPA).

El otro lote hace referencia a la estación de bombeo de Mutxamel.

En este caso los trabajos consisten en la construcción de una nueva estación de bombeo que permita incorporar los recursos generados en la planta desaladora a la conducción Rabasa-Fenollar-Amadorio.

Esta estación, cuya ubicación está prevista junto a los depósitos del Ramellat, será equipada para elevar la totalidad de la capacidad de producción de la desaladora "hasta el obturador existente en la cota 202 de la conducción".

Para ello, se instalarán cuatro bombas "con capacidad para elevar cada una de ellas 735 metros cúbicos por hora" así como los equipos necesarios para el suministro eléctrico de la estación.

En cuanto a los trabajos de reparación de los tramos de la conducción, serán nueve tramos con una longitud total de 11.775 metros de los 40 kilómetros que tiene la infraestructura, que afectan a los términos municipales de Alicante, El Campello y Mutxamel.

La conducción fue construida en 1996 para afrontar los efectos de la prolongada sequía que tuvo lugar durante los años 1994 y 1999, y fue puesta en explotación en el período de sequía de los años 1999 a 2001.

Aquello permitió atender la demanda de abastecimiento a la población sin restricciones.

Sin embargo, como se recoge en el anuncio del BOP, el estado actual "no permite asegurar su funcionamiento" que en las condiciones actuales es calificado de "imprescindible" debido a la situación de sequía decretada en mayo de este año.

Ahora se abre un plazo de 20 días hábiles para que cualquier persona pueda formular las alegaciones que considere oportunas.