El recurso presentado por el colegio concertado Inmaculada Jesuitas de Alicante, contra la supresión de aulas concertadas por parte de Educación, ha sido admitido a trámite por el Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana. Ahora el centro educativo formalizará el contencioso administrativo, como señaló a este diario el representante jurídico.
Para que puedan personarse cuantos estén interesados en este pleito, el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, publicó ayer en el DOCV la intención de la Generalitat de comparecer contra el recurso de los Jesuitas «en defensa del mantenimiento del acto recurrido». La conselleria mantiene que no se han suprimido conciertos, porque el centro dispone del mismo número de aulas concertadas.
Los demandados, por contra, explican que al colegio Jesuitas «le han quitado dos aulas de niños de 3 años. Este curso en lugar de tener 100 niños de 3 años tiene 50. Es un hecho patente y no hay precedentes», subraya el abogado.
Desde que enero el citado colegio iniciara el procedimiento para la renovación de los conciertos educativos, solicitando por crecimiento vegetativo del alumnado de 4 años otras dos aulas para niños de 5 años, en la demanda se contempla que «la administración lo que hizo unilateralmente fue quitar dos aulas de niños de 3 años y ponerlas para niños de 5 años, cuando en derecho le corresponderían por simple crecimiento vegetativo», señalan las fuentes jurídicas consultadas.
Histórico
Aunque el histórico colegio alicantino recibió este verano un correo comunicándole que la suspensión cautelar al respecto iba a ser desestimada, el fallo no se ha recibido todavía «como para poder analizar los fundamentos», señalan los abogados.
Además del recurso presentado por este colegio, el TSJ está a punto de resolver sobre los que también presentaron a nivel particular diversos padres de alumnos del centro, que se sintieron perjudicados por el cierre de estas aulas a la hora de llevar a cabo la elección de centro para este curso.
Las 50 familias que esperaban matricular a sus hijos pero se vieron sin la mitad de las plazas que inicialmente se convocaron para la matrícula por el propio Ayuntamiento, también presentaron sus correspondientes recursos. En los casos en los que se habían pedido otros colegios en segunda y tercera instancia, la comisión municipal de escolarización derivo a los niños a estos otros colegios con plazas vacantes.
