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¡Abracadabra!

En la función representada ayer, los protagonistas indiscutibles fueron Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte

"¡Abracadabra!": Análisis del pleno de presupuestos de Alicante

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, sacó ayer un conejo de la chistera. Lo vimos todos los que asistimos al espectáculo de magia que improvisaron en el Ayuntamiento de Alicante para tratar de justificar, por una parte, que se intentaba aprobar el presupuesto de este año en el mes de marzo, y no en diciembre pasado como se debería; y, por otra, dar algo de interés a una propuesta que llegó desacreditada tras la enésima pelea entre el PSOE y Guanyar.

Como la primera máxima de los ilusionistas es desorientar, el regidor alicantino trató de meterse al público en el bolsillo desde el primer minuto huyendo de números y partidas económicas y se sacó de la manga la salida de Alicante de la Mancomunidad de l'Alacantí, la supresión de los patronatos de Escuelas Infantiles y Vivienda, la creación de una Oficina Antifraude y la retirada de dos sueldos a la oposición.

No dio explicaciones, quizá dando por buena la tesis del mentalista Joseph Dunninger de que «para aquellos que creen, ninguna explicación es necesaria; para aquellos que no, ninguna explicación será suficiente». Hay que reconocer que fue un truco atrevido, pero se le pilló, por lo que perdió crédito.

La desaparición de los dos patronatos -una recomendación realizada por la UMH en el informe nunca presentado de la auditoría quenoesauditoría de las cuentas alicantinas en la última etapa del PP- depende de lo que finalmente diga un estudio, y el propio alcalde hace tan solo siete meses se negó a eliminarlos cuando se lo exigió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

También cuesta creer que Alicante decida abandonar la Mancomunidad de l'Alacantí precisamente ahora que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, del PSOE, como el alcalde, abandera una Ley de Mancomunidades en la Comunidad Valenciana. Inexplicable, salvo que Echávarri y Puig anden en una guerra fraticida, algo muy habitual, por otra parte, entre políticos y magos.

Para ovación es que Compromís permita la salida de Alicante de la Mancomunidad de l'Alacantí cuando en campaña electoral el propio Natxo Bellido defendió todo lo contrario, reforzarla. Puede que se haya olvidado de ello o puede que el portavoz del tripartito aplique, a su vez, la segunda máxima de la magia: «Nada es lo que parece».

El corolario también sería aplicable a la oposición, que fingió no estar impresionada por el número de salida de Echávarri, pese a que tanto al PP como a Cs se les recorta un salario, quizá la única de las propuestas que tiene visos de convertirse en realidad de inmediato. Optaron por callar y por aparentar calma ante la cuestión crematística, y ya acabado el pleno, en petit comité, se despacharon atribuyéndolo a una venganza del tripartito por no evitarles la incomodidad de tener que agradecer la aprobación del presupuesto de este año a los dos ediles tránsfugas.

En la función representada ayer, los protagonistas indiscutibles fueron Fernando Sepulcre (exCiudadanos) y Nerea Belmonte (exGuanyar). Gracias a su abstención logró el tripartito aprobar un presupuesto tocado de muerte tras las críticas del propio vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, (Guanyar), quien obligó a Echávarri a pasar el trago público de reconocer que modificará el presupuesto a la mayor brevedad posible para dar más dinero a Acción Social, área gestionada por Guanyar, lo que es tanto como admitir implícitamente que el documento no está bien hecho.

Pese a que el alcalde ya se había comprometido públicamente para evitar la catástrofe de que sus propios socios de gobierno no aprobaran las cuentas, le forzaron a que lo dijera en el pleno para que así quede constancia oficial, por escrito, en las actas municipales. Es la tercera regla de la magia: «Cuanto más creas que ves, más fácil será el engaño» y Pavón, si algo no soporta, es que traten de engañarle.

El portavoz de Guanyar empleó la palabra «autocrítica» para dejar claro que no le gusta el presupuesto y de esta manera cuestionar indirectamente a la concejal socialista de Hacienda, Sofía Morales, y a la edil de su propio grupo político Julia Angulo, de quien no se ha oído una sola crítica sobre el tijeretazo sufrido en su área, Acción Social, que ha soliviantado a Pavón. Ambas ediles suelen mostrarse cercanas en los plenos y es habitual verlas realizándo comentarios entre ellas. Ayer, en cambio, ni se miraron. Pese a sentarse una al lado de la otra, el espacio entre ellas era tan sólido que se podía cortar.

Sobre la socialista Morales quedó claro lo que piensa su jefe político, Gabriel Echávarri, cuando éste no le dejó intervenir en el pleno para presentar el presupuesto, aunque ella es la responsable del área de Hacienda. Habló casi al final de la sesión, cuando ya se daba por hecho que nada diría, como una edil más del tripartito. Ella fue la encargada de alabar a los dos ediles tránsfugas que les permiten invertir 10 millones de euros en la ciudad. Los calificó de dialogantes y trabajadores, y los adornó con la virtud de la coherencia. La responsable de Hacienda recibió, a cambio, la burla del portavoz del PP, Luis Barcala, quien consideró cínico el comportamiento del tripartito. «Bienaventurados los ediles tránsfugas que han pasado desde hoy a ser ediles no adscritos», comentó el popular mientras recordaba, también interesadamente, la dureza con la que el equipo de gobierno les ha tratado, sobre todo a Nerea Belmonte.

De entre Sepulcre y Belmonte, la segunda fue la única que puso en practica la sutileza que encierra la frase del mago profesional Lucas di Giacomo: «La magia es el arte de hacer ver lo que no existe y hacer que exista lo que no se ve». La exedil de Guanyar logró que se aceptaran todas sus enmiendas -para lo que se vio obligada a emplear el truco de retirar dos- después de insistir en que votaría en contra si no se le aceptaban las referentes a Acción Social, área que ella ocupó y que hoy está en manos de su archienemiga política, antes compañera de grupo municipal, Julia Angulo.

Tras un receso de media hora y la intervención,vía mensajería móvil, de un asesor muy cercano al alcalde - Pedro de Gea, según aseguraron-, la edil se abstuvo y evitó que Gabriel Echávarri tuviera que hacer uso de su voto de calidad para aprobar las cuentas de este año.

Se adelantó Fernando Sepulcre a Nerea Belmonte a la hora de manifestar su abstención. En su primera intervención aseguró que votaría en contra y en la segunda, sin que se le diera nada a cambio, leyó el papel en el que llevaba escrito que se abstendría por responsabilidad, mientras el edil del PP Carlos Castillo exhibía una sonrisa intraducible que ponía a las claras que no esperaba menos del exconcejal de Ciudadanos que da estabilidad a los populares en la Diputación.

Mientras en la Diputación hay una explicación para ese apoyo -el sueldo que le da el PP-, en el Ayuntamiento de Alicante no está claro. Alguien que conoce a Sepulcre se aventura a asegurar que puede que se haya abstenido por lograr influencia, por la amabilidad que desde el tripartito espera que se le pueda mostrar cuando tenga que realizar alguna gestión.

Ciudadanos, ayer rebautizados por Nerea Belmonte como «Comando Cristal», no cedió a los cantos de sirena que desde el tripartito se le lanzaron para que al menos se abstuvieran y así no saliera adelante el presupuesto con los tránsfugas. La portavoz de la formación, Yaneth Giraldo, consideró desde el inicio del pleno que se trataba de «un circo con posiciones teatrales» y remató dándole a Echávarri donde más le puede doler: «Si su socio Pavón no se fía de usted, ¿cómo nos vamos a fiar nosotros?».

El presupuesto primaveral del Ayuntamiento de Alicante es para el PP «el presupuesto del chantaje» por el órdago de Guanyar. Barcala pareció quedar descolocado con el golpe de efecto de Echávarri al inicio del pleno y solo eso puede explicar que se atreviera a plantear al PSOE, cual prestidigitador, que «hay alternativas menos ceder al chantaje», sin por supuesto aclarar cuáles, mientras Echávarri le replicaba que «hoy ha perdido usted la oportunidad de enfrentarse a mí».

Aunque no hubo ovaciones ni grandes aplausos -el numeroso público asistente no se mostró complaciente-, el tripartito pudo cantar finalmente el imprescindible «¡abracadabra!» de los magos cuando materializan un truco. Hay presupuesto en Alicante y la alegría de algunos concejales fue espontánea. Sofía Morales, la edil de Hacienda, se emocionó visiblemente cuando le felicitaron al término del pleno. Lo hizo efusivamente Sepulcre, quien hasta le dio la enhorabuena.

Los ediles socialistas desaparecieron rápidamente y se quedaron en un Salón de Plenos, ya vacío, ediles de Compromís y Guanyar -entre ellos Natxo Bellido y Miguel Ángel Pavón, María José Espuch y Marisol Moreno- hablando entre ellos de «patronatos». Como diría el divertido y siempre admirado Juan Tamariz: «Chan Ta Ta Chan».

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