El espectacular crecimiento de las universidades privadas también formó parte de las reflexiones rectorales, por la competencia que van a suponer para los centros públicos a consecuencia de los recortes y del elevado precio de las tasas. Raneda puso el acento en que difícilmente bajarán los costes de las matrículas en los próximos años por la política fiscal general, lo que aproximará unas universidades y otras, por lo que propuso «mejorar la forma de ocuparnos de la docencia y poner el acento en una mejor formación, porque cada vez será más fácil que muchos estudiantes, ante la escasa diferencia de coste, se dirijan a las privadas a conseguir el título, aunque no necesariamente una mejor formación». Introdujo a su vez el acicate de los ranking de universidades que condicionarán un futuro académico a estimular. V. B.
