Entre 150.000 y 180.000 toneladas de neumáticos dejan cada año un eterno rastro contaminante en España, según los estudios que maneja el ingeniero industrial alicantino y patólogo de construcción Antonio Arce, que ha inventado tres sistemas diferentes para reutilizar la goma inservible de las ruedas en barreras de seguridad para los quitamiedos de las carreteras. El ingeniero, que dirige la empresa Patentes Arce, ha presentado una memoria de los tres sistemas a las distintas administraciones competentes en materia de carreteras -Gobierno Central, Generalitat , Diputación y Ayuntamiento de Alicante-, invitándoles a poner en práctica su creación. Un procedimiento que permite, según explica el inventor en la memoria técnica, «mejorar la protección de las barreras de seguridad de las carreteras para minimizar los daños que se vienen produciendo, de personas accidentadas y vehículos, al tiempo que se da salida al excedente de los millones de neumáticos usados que se retiran de la circulación todos los años y que son un residuo altamente contaminante». Porque, según Arce, sólo la mitad de las ruedas que se desechan se reciclan para canchas deportivas o parques infantiles, la mayor parte por una empresa de Madrid denominada Signus que recoge neumáticos de toda España fuera de uso, y apenas un 10% en una empresa de Elche que asegura haber reciclado una media anual de 36.000 toneladas.

La memoria va acompañada de ilustraciones de los tres sistemas, denominados Neusegur, NeusegurPlus y Neuruga, en los que ilustra de forma figurada cómo quedarían esas barreras de neumáticos de contención en distintas vías de Alicante. Como las avenida de Dénia y de la Universidad, el peaje de la autovía de Alicante y una zona de la carretera de Busot, que dan una clara idea de cómo quedarían, con distintos diseños y los neumáticos fuera de uso pintados en verde, rojo o blanco, como barreras de goma para minimizar los impactos de coches, motos y otros vehículos contra los quitamiedos, incrementando su seguridad y no sólo en puntos negros del sistema vial.

Antonio Arce se reunió ayer con Enrique Casquero y Francisco Soria, responsables de seguridad vial de la Generalitat Valenciana. En el encuentro le manifestaron su interés por un invento que necesita para su puesta en práctica la marca CE, una homologación que se consigue tras diversos ensayos, cada uno de los cuales cuesta 60.000 euros, en la Fundación sobre Investigación y Ensayo de Automovilismo con sede en Valladolid. También ha mantenido contactos con la Diputación Provincial, en concreto con los jefes de Seguridad Vial y Carreteras Antonio Medina y Javier Cobela. Desde Patentes Arce se incide en que se trata de sistemas que pueden evitar «muertes, heridas, mutilaciones y daños a personas, vehículos y a las propias barreras, algo que tiene un coste total al año de más de 9.000 millones de euros, según publicaciones existentes». Sin olvidar la alarma que generó el incendio del cementerio de neumáticos de Seseña en 2016.