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Hogueras de San Juan 2018

Ximo Puig saluda a la crisis del PP

El jefe del Consell cumplimenta a Pablo Casado ante Barcala antes de que Margallo y Cospedal monopolicen la recta final de las Hogueras

Estañ y Pascual Pérez, de Podemos.

Hubo un tiempo en el que el PP tenía una hegemonía tan absoluta sobre las instituciones de la provincia y la Comunidad que a los socialistas solo les quedaba ir paseando una crisis tras otra entre candidatos efímeros, aspirantes a todo y a nada y séquitos de relleno. Ahora, sin embargo, todo ese decorado ha cambiado de forma radical. Aún con dificultades, pactos a todas las bandas posibles y gobiernos compartidos como el de la Generalitat con Compromís, ahora son los populares, con la única excepción de la ciudad de Alicante después del rebote del «belmontazo», los que tienen que sacar a la luz todas sus tensiones internas frente a los gobiernos de la izquierda. Y eso está ocurriendo en esta recta final del ciclo político de estas Hogueras de 2018.

Una de las imágenes de la jornada, sin duda, fue la del alcalde de Alicante, Luis Barcala, llevando a Pablo Casado, aspirante a suceder al frente del PP a Mariano Rajoy -ausente finalmente entre la sorna de los corrillos de estos días-, a saludar al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que siguió la jugada a sabiendas de que la figura del jefe del Consell, sea el que sea su titular, siempre sale ganando. Acompañado de Barcala, del candidato del PP en Elche, Pablo Ruz, y de tres de los vicepresidentes de la Diputación de Alicante - Adrián Ballester, Alejandro Morant y Carlos Castillo, que no se pronunció-, Casado podría ser, en condiciones normales, el aspirante con más opciones de hacerse con el mando del PP en la cúpula de Génova -tiene relato, juventud y empuje al estilo del que llevó a Pedro Sánchez a Ferraz- salvo por el «detalle» de que está pendiente de una imputación por un supuesto fraude en su currículum universitario. Mala barraca para un candidato que arrastra una evidente debilidad para tratar de consolidar, en el caso de vencer, un liderazgo dentro de las filas del PP.

Este fin de semana recorrerán las Hogueras, además, José Manuel García Margallo, que iniciará su campaña al mediodía en la terraza del Casino de Alicante. Y mañana María Dolores de Cospedal, que se ha encontrado en la provincia con el respaldo del presidente de la Diputación, César Sánchez, ausente del «paseíllo» de Casado en una jugada que pone la figura del también alcalde de Calp en el ojo del huracán. Ahora falta ver, antes de la consulta a los militantes del 5 de julio, cuantos afiliados abonan los 20 euros que se han fijado como tarifa plana para poder participar en una votación de la que se descartarán, al menos, cuatro de los aspirantes que en estos momentos quedan en liza.

Y mientras en el PP, a menos de un año de las elecciones locales y autonómicas, todo queda monopolizado por la guerra interna, Ciudadanos volvió a pasear a Toni Cantó junto a todo su grupo de concejales en Alicante pendientes de las buenas perspectivas de su futuro; Podemos apareció, por vez primera, con Antonio Estañ y Pascual Pérez Cuenca; y Ximo Puig tiró de sus consellers. Vicent Soler, preocupado por la financiación y dispuesto a mantener el discurso crítico con Pedro Sánchez. Y Ana Barceló, ejerciendo de la única consellera de la cuota socialista en el Ejecutivo autonómico que procede de Alicante. Y entre todos, una vez más, haciendo de festero, Manuel Alcaraz junto a Natxo Bellido vendiendo la marca de Compromís a la espera de que hoy ya llegue Mónica Oltra.

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