Nadia Serrano acaba de incorporarse al Parque de Bomberos del Consorcio Provincial en Torrevieja como bombera.

P ¿Cómo se lleva ser la segunda bombera del Consorcio Provincial?

R Muy bien, con mucha ilusión y muchas ganas de trabajar. Completé el curso de formación en mayo tras aprobar la oposición y estoy en el Parque de Torrevieja desde junio.

P ¿Ha sentido alguna actitud machista en su trabajo, alguien al verla le ha pedido que avisara al jefe?

R No, para nada. Es cierto que la gente te mira y se sorprende porque somos aún muy pocas las mujeres que nos dedicamos a esto, pero más bien me ha ocurrido al contrario, que la gente me ha felicitado. Además, yo creo que si tienes una emergencia como para llamar a los Bomberos lo que quieres es que te ayuden y no te paras a mirar si quien lo hace es hombre o mujer.

P ¿Por qué son aún tan pocas?

R Creo que es más un tema de gustos, que a las mujeres no les llama mucho la atención lo de ser bombera, pero espero que eso vaya cambiando.

P ¿Usted siempre quiso ser bombera?

R Yo soy psicóloga y trabajaba en una residencia de discapacitados, vamos que he pasado de un mundo eminentemente femenino a otro masculino. Siempre he colaborado con emergencias y era algo que tenía ahí, hasta que un día me decidí a probar. Ha sido mucho trabajo y mucho esfuerzo pero al final ha salido rodado, he tenido suerte porque no todos lo consiguen.

P ¿A qué le tiene miedo un bombero?

R Nos enfrentamos a situaciones difíciles, pero yo más que de miedo hablaría de respeto. Corremos riesgos pero son controlados porque llevamos un equipo y vas con mandos y con profesionales con experiencia. Lo que sí me da miedo es no poder salvar a una persona víctima de un incendio por cualquier circunstancia. Espero que me ocurra pocas veces en mi carrera.

P ¿Le ha ocurrido alguna situación graciosa en este tiempo?

R En las actuaciones que he tenido no me ha dado tiempo a fijarme en eso, ahora mismo voy en tensión y con emoción.

P ¿A qué le daría un buen manguerazo?

R Cuando trabajas aquí ves muchas situaciones de personas mayores o discapacitadas que están solas y que nadie las puede ayudar si se caen o les pasa algo, ojalá pudiera arreglar eso con un buen manguerazo.