Aunque era la crónica de un parón anunciado, el director del aeropuerto de Alicante-Elche, Tomás Melgar, ya se ha recuperado de los tres meses de caída del tráfico. Animado por las buenas previsiones de tráfico para la temporada baja que ha arrancado esta semana, Melgar espera que, pese a que los porcentajes espectaculares de crecimiento son difíciles de repetir, en el verano de 2019 el «efecto Turquía» haya desaparecido, o eso confían en la terminal.
¿Cuál es el balance de temporada después de la caída sostenida del tráfico en plena temporada alta?
Tras unos años de crecimientos espectaculares, en los cuales el tráfico de pasajeros creció un 50% en cinco años (2012-2017), este verano han coincidido varias circunstancias que han provocado cifras menores en algunos meses, si bien el crecimiento global acumulado sigue en positivo. Entre estas circunstancias cabe señalar el efecto de la desaparición de la aerolínea Monarch, que representaba un 5% de nuestro tráfico principal, el británico, y cuyo hueco no acabó de llenarse este verano. Junto a esta circunstancia, la recuperación de nuestros competidores en el Mediterráneo que tras unos años muy debilitados se han recuperado, especialmente Turquía y Grecia.
Verano convulso...
Cierto, un verano convulso para el transporte aéreo debido a diversas huelgas de controladores aéreos en otros países y huelgas de personal en varias aerolíneas. A esto hay que añadir la incertidumbre en el comportamiento del pasajero británico ante el Brexit y la devaluación de la libra consecuencia directa de esta coyuntura. Todos estos aspectos han influido negativamente en el tráfico este verano.
¿Considera que se ha frenado la sangría de pasajeros a Turquía y Túnez?
Durante el verano notamos la recuperación de otros destinos, especialmente Turquía, que ha vuelto a competir con fuerza, pero es de esperar que el verano que viene este impacto ya no se produzca. Creemos que el efecto de Turquía está amortizado y esperamos que no se repita. Además, la Costa Blanca contamos con un producto turístico diferente que ofrece seguridad y un entorno muy atractivo con un estilo de vida que no se encuentra en otros lugares. Los turistas que vienen a la Costa Blanca pueden desplazarse en coche y viajar a cualquier punto de esta zona que ofrece playa, montaña, gastronomía, deportes, cultura, oferta lúdica y una largo etcétera de cosas que son muy valoradas por nuestros visitantes.
Turquía paga a las aerolíneas por operar en sus aeropuertos. ¿Imposible de controlar?
No podemos actuar ahí pero si podemos trabajar para captar más tráfico con políticas de incentivos que ya está aplicando Aena. En este sentido, además de contar con unas tarifas aeroportuarias muy competitivas, en los aeropuertos de la red Aena se aplican bonificaciones a aquellas aerolíneas que implanten nuevas rutas. Por ejemplo, las compañía aéreas que operan una nueva ruta en el aeropuerto cuentan con un descuento del 75% en la tasa del pasajero. También existen bonificaciones para aquellas compañías que decidan implantar conexiones de largo radio y otro tipo de descuentos.
Los datos de previsión de tráfico para la temporada de invierno son espectaculares ¿Nos tenemos a acostumbrar a crecer en temporada baja?
El sector turístico en su conjunto ha trabajado mucho y muy bien para desestacionalizar y poner en valor el producto de invierno y, lógicamente, esto se nota en el aeropuerto y por ello las compañías aéreas han hecho esta oferta de plazas tan significativa.
¿Cuál es la previsión para la próxima temporada alta tras los descensos de este verano y las buenas perspectivas para este invierno?
Es difícil de determinar porque no tenemos aún los datos de programación de las compañías aéreas para el verano que viene y se mantiene la incertidumbre en el mercado británico a causa del Brexit. No obstante, el resto de los mercados se está comportando muy bien hasta el momento. Por otro lado, los datos de este invierno hablan de una clara apuesta por parte de las aerolíneas y para el verano que viene ya habremos consolidado la pérdida de pasajeros a causa de la desaparición de la compañía Monarch.
¿Cuál considera que puede ser el techo del aeropuerto?
No hay techo. Los ratios de crecimiento de estos últimos años son difíciles de mantener, pero aun teniendo en cuenta periodos de altibajos debido a cambios de ciclo económicos y circunstancias varias, el transporte aéreo tiende a crecer de forma natural y más aún nuestra zona.
Se mira directamente al turismo británico como culpable del bajón en temporada baja ¿Hay mercados alternativos?
Hay una serie de aspectos que han hecho que el mercado británico haya bajado, pero el resto de mercados se está comportando de manera muy satisfactoria. Los agentes turísticos están trabajando muy intensamente para buscar alternativas en otros mercados, con iniciativas muy positivas en Portugal, el sur de Francia y Rusia. Desde el aeropuerto trabajamos conjuntamente con la Administración y las asociaciones turísticas de la provincia en este sentido, porque nos parece muy interesante potenciar y desarrollar otros mercados en los que tenemos mucho margen de crecimiento.
