El Ayuntamiento de Alicante invita a los vecinos de Rabasa en cuyas casas está entrando la oruga de la procesionaria procedente de un pino enfermo de un jardín privado a denunciarlo ante Sanidad al tratarse de un problema de salud pública. Desde el equipo de gobierno aseguran que la administración no puede tocar los pinos de fincas privadas en este caso como tampoco las palmeras de particulares que sufren picudo e insta a los afectados a denunciar "ya que el Ayuntamiento no puede intervenir a no ser que sea un caso muy, muy grave". Afirman las mismas fuentes que el problema que sufren en Rabasa, recogido por INFORMACIÓN, es bastante común en diversas zonas de la ciudad.

En el citado barrio alicantino de Rabasa, las orugas de la procesionaria se cuelan dentro de las casas. Un problema que sufren media docena de viviendas. Los vecinos explican que los gusanos penetran en sus patios y terrazas para su temor porque la mayoría tienen niños pequeños. Los afectados reclaman al Ayuntamiento un protocolo más rápido para poder actuar contra la plaga, que atribuyen en este caso a un único pino enfermo en el solar de una finca contigua que está en venta. Un niño de corta edad del vecindario fue atendido hace unos días por su pediatra por urticaria en tronco, cara y extremidades tras estar en contacto en su domicilio con la procesionaria, según recoge el parte médico que mostró su padre.

«Llamamos al Ayuntamiento porque el propietario del solar no hace nada pese a que un vecino contactó con él, y nos dicen que tenemos que registrar una queja con fotografías. Deberían mandar a la Policía o tener un protocolo más rápido porque hay al menos seis viviendas afectadas y a nosotros nos han entrado las orugas a la habitación donde dormimos», denuncia Roberto Sánchez, uno de los afectados, que piden al Ayuntamiento de Alicante que obligue al propietario a sanear el pino o lo trate y luego pase al dueño el coste de la intervención.

Sin embargo, desde la Concejalía de Limpieza insisten en que a nivel de mantenimiento no se puede actuar en jardines privados pese a que el Ayuntamiento sí que ha procedido a limpiar solares cargando el coste a los dueños.

Desde el mismo departamento municipal explicaron que los técnicos preparan actuaciones ordinarias con los pinos de los jardines públicos y con pinadas como las del Benacantil y el Tossal, donde se aplica un tratamiento de fumigación entre septiembre y diciembre pero dado que no es 100% efectivo las bolsas de orugas que quedan anidadas se cortan a mano por parte de los operarios de Jardines.