El sector turístico de la Costa Blanca ha iniciado el año entre luces y sombras. A la presión de los tour operadores ingleses instando a quitas del 30% en los precios pactados para el próximo verano, y el bloqueo que sufre el programa del Imserso (turismo de la tercera edad) del próximo invierno, se une ahora el hecho de que en los dos primeros meses del año la llegada de turistas extranjeros cayó un 8% respecto al mismo periodo de 2018, lo que se tradujo en 60.000 visitantes menos. Cierto que, según al estadística del INE, el gasto ha crecido un 10% pero con un matiz, la imparable subida del petróleo marca este balance.
En total, la Costa Blanca recibió en torno a los 800.000 turistas extranjeros en los dos primeros meses del año, lo que ha supuesto una caída en torno a ocho puntos, amortiguada en destinos como Benidorm por el buen comportamiento del mercado nacional, que ha paliado el descenso del mercado británico, que tras meses de caída incluso remontó en la segunda quincena de febrero hasta crecer un 2%, según los datos de Hosbec.
En cuanto a las razones del descenso de llegada de turistas foráneos en los dos primeros meses, fuentes de la patronal apuntaron ayer tres razones: el buen tiempo en el centro de Europa y Gran Bretaña, la competencia de Turquía y Túnez y el efecto Brexit, que frena, sobre todo, al turismo inglés, que busca precios baratos y se aloja en invierno en apartamentos, los que más acusan esa pérdida de turistas.
Javier García, vicepresidente de Hosbec y de la cadena Magic Costa Blanca se mostró ayer prudente al valor el descenso de turistas en los dos primeros meses del año. «La percepción que tenemos en los hoteles de Benidorm es de tranquilidad. Cierto que enero fue extraño con una sensible caída de las reservas del turismo británico para el verano pero en febrero ha habido un repunte. A nivel de los hoteles el invierno terminará siendo similar al del año pasado. Otra cuestión es cómo vayan los otros modelos de alojamiento».
Repunte que se coincide, paradójicamente, con la campaña iniciada en enero por los mayoristas británicos exigiendo rebajas de precios ante la falta de reservas. Toque de atención que parece tener relación con ese ajuste de las tarifas de cara al próximo verano.
Según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística, los turistas extranjeros gastaron 440 millones de euros en la Comunidad Valenciana en enero, lo que supuso un incremento de, 1,1%. Destacó, sin embargo, el crecimiento del 10% en el gasto medio por viaje que se fijó en los 1.061 euros. El gasto medio diario fue de 100 euros (9,4%) y la duración media del viaje 11 días. Lejos de los 599 millones de euros que facturó Andalucía con el turismo extranjero o los 1.465 millones de Canarias, aunque con el matiz de que en las islas el invierno es temporada alta.
La Comunidad Valenciana recibió en enero a 414.777 turistas extranjeros, lo que supone un descenso también del 8% respecto al mismo mes de 2018, y el número de pernoctaciones se redujo un 6,8 % hasta los 4,4 millones. Sin embargo, el gasto subió hasta los 440 millones de euros en enero, el 1,1 % más en tasa interanual, y el gasto medio por visitante se elevó un 9,9 % con 1.061 euros. El gasto medio diario también creció hasta situarse en cien euros (+9,4 %) y la duración media del viaje se quedó en 10,7 días, prácticamente igual que hace un año, según la encuesta Egatur publicada por el INE. Fue la quinta autonomía en enero en llegada de turistas internacionales, y los británicos sumaron el 28,6 % de los visitantes, seguidos de los franceses, con el 11%.
La previsión de ocupación hotelera para la primera quincena de marzo de las 34.000 plazas abiertas durante temporada baja en Benidorm es del 80%. El presidente de Hosbec, Antonio Mayor, reiteró esta semana que las cifras de actividad en Benidorm reflejan la solidez y solvencia del sector. Mayor destacó en unas jornadas empresariales organizadas junto al BBVA, que la importante reconversión de la planta hotelera de la ciudad como el elemento que permite ganar la fidelidad del cliente y que es lo que impulsa estos datos de ocupación. Además, para Mayor «esta masiva modernización hotelera ha contagiado también a otros actores como los responsables públicos y es el destino es el que se está revalorizando. Hacer las cosas bien es lo que da buenos frutos».
En este sentido, para el hotelero Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, el sector debe apostar por un turismo que anteceda el gasto a las llegadas y que lo importante en este sector son la ocupación y el precio medio. «Prefiero la mitad de turistas si me pagan el doble». Catalán ha subrayado esta semana en una declaraciones recogidas por Efe, que en España no hay situación límite en cuanto al sector turístico. «Barcelona cobra precios muy altos cuando hay mucha demanda, Tenemos capacidad para tirar de los precios hacia arriba y no lo hacemos». Catalán alertó de que «como gestores somos los mejores del mundo. Sin embargo, a la hora de vendernos, de los peores».
