La Federación Española de Asociaciones Pro Asociación de Lactancia, que integra a colectivos de la provincia como La Mamá d'Elx, ha solicitado por carta al Ministerio de Sanidad que vuelva a considerar a las trabajadores lactantes como colectivo vulnerable, algo que entienden dejaron de serlo el 11 de abril, porque desaparecieron como tal de la Guía de las Buenas Prácticas de los centros de Trabajo publicada ese día. Prácticamente un mes antes, y a raíz de la aprobación del decreto de crisis sanitaria provocada por el Covid-19, el Gobierno sí las había incluido en su real decreto entre los colectivos de trabajadores «especialmente sensibles a este riesgo» junto al personal sanitario, por ejemplo.
Al quedar excluidas como colectivo vulnerable pierden derechos, como la solicitud de la incapacidad laboral por esta causa, dentro de los procedimientos que puedan iniciar ante los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales. En el caso de ser incluidas, como considera que deberían estar, su situación se asimilaría a una incapacidad temporal, asimilada a accidentes de trabajo, para la tramitación de bajas.
Es decir, pese a ser consideradas «un grupo especial sensibilidad en relación a la infección de coronavirus, sin adaptación del puesto de trabajo, protección adecuada que evite el contagio o reubicación en otro puesto de riesgo» no les queda otra que volver al puesto de trabajo bajo su responsabilidad o abandonarlo, «afrontando las consecuencias» (pérdida de empleo) sin quieren optar por la lactancia.
Las madres consideran que estamos en una situación de «confusión», que no se sabe si la leche materna puede transmitir la enfermedad. «Es necesario recordar el calvario que debe atravesar toda mujer que intenta solicitar una prestación por riesgo por lactancia, de darse los requisitos necesarios, y aun así unicamente se consigue tras el paso por los tribunales».
Las madres lactantes llevan una lucha con la Administración para el reconocimiento de sus derechos con base en que la OMS considera la lactancia materna fundamental para el desarrollo de forma exclusiva hasta los seis meses de edad y su mantenimiento hasta los dos años o más. De hecho, el 1 de marzo de 2019 se eliminó una brecha de genero -igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación- al dictarse a través de un real decreto medidas específicas para las trabajadoras lactantes y «mientras subsista esta situación».
