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El nuevo modelo sanitario para las residencias de mayores aumenta la sobrecarga de Atención Primaria

La Conselleria atribuye al personal de los centros de salud el principal control sobre los geriátricos ante el aumento de contagios pero sin reforzar sus plantillas

Trabajadoras de una residencia de mayores de Petrer en los momentos más duros de la pandemia.

El cambio en el modelo de atención sanitaria para los centros de mayores, que fue presentado ayer en las Cortes Valencianas dentro de la nueva organización asistencial para combatir el coronavirus, aumentará la sobrecarga de trabajo que los profesionales de Atención Primaria vienen denunciando desde hace meses. Precisamente corresponderá a la dirección de Atención Primaria asumir la presidencia de los nuevos grupos de trabajo para la mejora sanitaria en los centros residenciales. En estas comisiones, que se deberán crear en cada Departamento de Salud, estarán integrados profesionales con competencia en materia de Salud Pública, Unidad de Hospitalización a Domicilio, Geriatría o Medicina Interna, equipos sanitarios de las propias residencias y jefes de zona básica con centros residenciales de Atención Primaria. Cada uno de estos grupos de trabajo deberá presentar a la comisión una propuesta de coordinación para la asistencia de los residentes. Además, el facultativo de la zona básica de salud donde se ubique el geriátrico será el encargado de actuar como su referente asistencial y, según recoge el nuevo protocolo de la Conselleria de Sanidad, corresponderá al Equipo de Atención Primaria el soporte continuo en la residencia de mayores que tenga asignada, con acceso directo y seguro a las exploraciones complementarias necesarias y a los servicios hospitalarios.

En suma, más atribuciones de trabajo para las colapsadas plantillas de los centros de salud.

En la primera oleada de coronavirus la asistencia a los mayores contagiados en las residencias se prestó, en su mayor parte, por el personal sanitario del propio centro y por diferentes servicios hospitalarios. Pero en la segunda oleada de la pandemia, que ya comienza a despuntar a juzgar por el ritmo de contagios, el papel de Atención Primaria será determinante.

Críticas y datos

Las primeras críticas contra los responsables sanitarios por parte de los afectados no se han hecho esperar. Las directrices anunciadas por la consellera Ana Barceló para reorganizar los recursos en la lucha contra la pandemia llegan en septiembre, sin haber aprovechado los dos meses de tregua que ha dado el virus y cuando el número de casos comienza a dispararse en las residencias de mayores. Así lo refrendan los datos actualizados ayer por el Gobierno valenciano. Hay casos positivos registrados en 40 residencias de mayores -3 en la provincia de Castellón, 17 en la provincia de Alicante y 20 en la provincia de Valencia-, en 6 centros de personas con diversidad funcional -2 en la provincia de Castellón, 1 en la de Alicante y 3 en la de Valencia- y en 2 centros de menores de Castellón y Valencia. El viernes 4 de septiembre se registraron 6 residentes nuevos positivos y 5 trabajadores, si bien no hubo que lamentar ninguna víctima mortal. Por lo tanto el acumulado provincial desde que estalló la pandemia sitúa en 636 el números de residentes contagiados, 301 los trabajadores y 154 las víctimas mortales.

Actualmente se encuentran bajo vigilancia activa de control sanitario 4 residencias de la provincia de Valencia y 2 de la provincia de Alicante. Sobre esta cuestión también se indica en el nuevo plan de control de los geriátricos que todos los centros sociales de carácter residencial seguirán siendo objeto de Vigilancia de Control Sanitario Grado 0 respecto a la aparición de casos de covid-19 y a las medidas adoptadas para su prevención y control, sin perjuicio de las competencias que tengan la propia empresa u otras administraciones públicas. En todos aquellos geriátricos en los que se declare un brote -1 o más casos positivos confirmados en residentes o trabajadores- se aplicará una Vigilancia Activa de Control Sanitario Grado 1 o Grado 2 en virtud del número de residentes u operarios afectados, casos confirmados o contactos estrechos y características de la residencia.

Según se indica desde los sindicatos, las plantillas de Atención Primaria no se oponen a asumir el control de las residencias de mayores de sus respectivas áreas sanitarias. Pero sí reclaman más medios personales y materiales para poder desarrollar, con las debidas garantías de seguridad y eficiencia, las actuaciones destinadas a la prevención y control frente al covid-19 en los centros sociales de carácter residencial. Esa es su principal reivindicación.

ZAPLANA: «EL CONSELL NO HA APRENDIDO NADA Y NOS ABOCA A UN NUEVO DESASTRE»


El portavoz de Sanidad del PP en las Cortes Valencianas, José Juan Zaplana, fue ayer muy crítico con los criterios expuestos por la consellera para la organización asistencial de Atención Primaria en la nueva normalidad. «Este Consell no ha aprendido nada de la pandemia durante estos meses y nos aboca a un nuevo desastre», indicó al finalizar la Diputación Permanente de las Cortes en la que se abordó la evolución del covid-19 en la Comunidad. «Han tenido todo el mes de agosto para realizar esta reorganización y la presentan ahora que estamos inmersos en la segunda oleada de la pandemia», denunciaba Zaplana cuestionando un protocolo para las residencias de mayores en las que no aparece ni la Conselleria de Bienestar Social ni los representantes de los centros afectados. Otro de los aspectos que censura el diputado del PP es el descontrol que puede producir la aplicación de los nuevos protocolos al dejar Sanidad su elaboración y aprobación «sine die» en manos de los Departamentos de Salud. Tampoco entiende Zaplana los motivos por los que en el grupo de trabajo de mejora de los geriátricos se obvia a sus responsables para incluir únicamente a su equipo sanitario.

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