«Soy víctima de violencia de género, tengo la residencia provisional y necesito ayuda, porque no tengo trabajo», explica Kheira Bellahmed, que llegó a Alicante hace algo hace más de cuatro años con su marido y dos hijos adultos. Ahora está separada, y vive con uno de sus hijos, que intenta conseguir un contrato de trabajo para obtener la residencia pero tampoco encuentra pese a haber aprendido castellano, explica, por lo que solo tiene empleos muy puntuales. Kheira pidió la ayuda vital porque la que tiene concedida se le acaba en enero y necesita pagar recibos y alquiler, después de que vendiera su casa por 18.000 euros para saldar una deuda de la familia. «No tengo dinero y busco trabajo, estoy inscrita en el paro pero no tengo suerte. Creo que tengo un problema porque llevo pañuelo». Pese a todo prefiere vivir en España porque «en Argelia nadie me ayudó cuando mi marido me pegaba y aquí sí». Es peluquera.