Que la unidad haga la fuerza. Con ese propósito, dieciséis entidades de la ciudad se han unido en la Coordinadora «Alicante Limpia», con la que pretenden presionar el bipartito de PP y Cs ante la situación de la limpieza en la ciudad. «Hastiadas e indignadas por la situación insostenible de dejadez respecto a la limpieza en Alicante, un grupo de personas a título individual, asociaciones vecinales, ecologistas y otros colectivos hemos decidido iniciar acciones y campañas de sensibilización para revertir la situación», señala la coordinadora, que integra a once asociaciones de vecinos (Séneca, El Templete de Benalúa, Gran Vía Sur, el Pla, Carolinas Bajas, Palmeretes, Ciudad Elegida, El Salar de Foncalent, Nuevo Moralet, Laderas del Benacantil, y L’Amistat de Alcoraia), junto a otras cinco entidades sociales (Actuamos Alicante, Colla ecologista Alicante, Coordinadora Carolinas, Fridays for Future Alicante y Prácticas urbanas). Además, piden a otras asociaciones que se sumen al proyecto.

«La Coordinadora Alicante Limpia nace como consecuencia de la desidia estructural y sistémica del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento frente al grave problema de suciedad en Alicante. La resolución de este problema no se puede dilatar más, máxime en una situación de pandemia y cuando se paga más por este concepto que en la mayoría de las ciudades del país más limpias que Alicante», añaden desde la entidad, desde la que subrayan «los flagrantes incumplimientos del contrato de limpieza, que han situado a Alicante como la segunda ciudad más sucia de España, según el informe de la OCU de abril de 2019». Ante ese escenario, las asociaciones han decidido «trabajar por Alicante y revertir la situación mediante acciones y campañas de sensibilización» con las que pretenden exigir al alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, y al edil de Limpieza, el también popular Manuel Villar, «que cumplan y hagan cumplir tanto las ordenanzas municipales como el contrato de limpieza».

Entre las exigencias del nuevo colectivo ciudadano destacan cuatro. En primer lugar, la «puesta en marcha de sistemáticas campañas educativas con contenido y cuyos resultados sean evaluables». También pretenden mayor presencia policial en las calles para controlar el incumplimiento de la ordenanza: «Exigimos la implantación de la Policía de barrio y partidas en todo Alicante para velar por el cumplimiento de las ordenanzas y multar a quienes las violen». Por otro lado, el nuevo colectivo social reclama el «control efectivo, no meramente testimonial, de la limpieza que realiza la UTE y aplicación de las sanciones correspondientes por sus incumplimientos». El bipartito impulsó sanciones a la adjudicataria por el incumplimiento del contrato, que se anunciaron hace ahora un año. La batalla entre el bipartito y la UTE ha acabado en los tribunales, donde se tiene que resolver una disputa entre ambas partes por una auditoria de control. La nueva coordinadora, por último, exige un nuevo ecopunto en Alicante.