Los campings de la provincia de Alicante aguantan mejor la crisis del covid por su condición de ser establecimientos cuya actividad se realiza al aire libre y la nula dependencia de los turoperadores. El presidente la Asociación Provincial de Campings (36 campamentos con casi 28.000 plazas), Juan Delgado, encara con optimismo la temporada otoño/invierno en la que espera una ocupación del 90%, ya que la mayor parte de sus turistas son extranjeros jubilados que vienen a la Costa Blanca a pasar largas temporadas, y a los que no les importa pasar después una cuarentena en sus países de origen, principalmente Alemania y Países Bajos.

No obstante, la patronal de los cámpings reclama, como el resto del sector turístico, un mayor esfuezo a la Generalitat en su trabajo de concienciar a la UE de que la Comunidad Valenciana y la provincia de Alicante son zonas seguras. La Comunidad Valenciana cuenta con una oferta total de 71.001 plazas en los 123 campamentos turísticos repartidos por Alicante (44), Castellón (41) y Valencia (38). Más de 2500 personas trabajan de forma directa y 5.000 de manera indirecta, como proveedores, que viven en parte gracias a los campings en invierno. La previsión es trabajar con el 50% de la plantilla habitual.

Los campings cerraron la temporada alta con una ocupación media del 50% en las parcelas y un 60% en el caso de los bungalows. Lo más destacable es que las estancias se limitaron, según explica Juan Delgado, a ser de fines de semana o estancias cortas, en comparación con otros años que eran de una semana o más. Más estancias cortas, incluso repitiendo varias veces durante el verano. Tal vez por una sensación de seguridad al salir solo 2 días de casa, con el comentario generalizado de «salir aunque sea un poco para desconectar». Bungalow y glamping -casas prefabricadas- ha sido lo más demandado, puesto que ofrece elementos como cocina y baño propios, que permiten cumplir con el distanciamiento social incluso estando de vacaciones. La búsqueda de opciones vacacionales al aire libre han incrementado la demanda.

La bajada de la ocupación del sector del camping fue menor que el producido en el hotelero debido a la menor dependencia de intermediación, como touroperadores extranjeros. «Nuestro cliente es directo y ha sido fidelizado durante muchos años. El cierre de operaciones de Jet2 o TUI no afecta a los campings. Y por otro lado, el camping es el producto vacacional que mejor encaja con las necesidades de distanciamiento social y aire libre durante la pandemia», subraya Delgado.

Desde septiembre a Semana Santa, los campings tienen una ocupación media continua superior al 90% gracias a los «turistas senior europeos» Es el subsector turístico más desestacionalizado de todos sin programas como el Imserso, sino con clientes directos y fidelizados durante más de 30 años. «Evidentemente los cambios en relaciones exteriores entre países europeos, cierres de fronteras y recomendaciones poco objetivas sobre zonas de riesgo hacen que nuestro sector vaya a sufrir un gran retroceso en estos meses. Los clientes europeos que recibimos son de edades consideradas de riesgo, y estos mensajes y cambios de criterio hacen que se lo piensen", subraya Juan Delgado, vicepresidente también de la Federación de la Comunidad Valenciana.

Delgado apunta que desde las instituciones se debería dar un mensaje claro y unificar criterios en materia de regiones europeas a la hora de «marcar como inseguras» algunas zonas. La Comunidad Valenciana tuvo también clientes en campings durante la pandemia. Turistas que por diversos motivos médicos y personales no podían volver a su país y de los cuales hemos cuidado, y desde marzo hasta septiembre pasando por la temporada estival, «no hemos reportado ningún caso en ningún camping. Se debería trasladar ese mensaje y fomentar corredores seguros hasta nuestra zona para autocaravanistas y caravanistas europeos».